España se mete en la fase final de la Nations League y se queda a un partido de los JJ.OO.

PESTAÑA espana-italia-nations-fem-2023 Crónica 5 La selección española es inexplicable. Después de meses de con un motín entre sus filas, se proclamó campeona del mundo. Tras el terremoto del #seacabó, se ha clasificado a la fase final de la Nations League y se queda a un partido de disputar unos JJ.OO por primera vez en su historia. Y Montse Tomé, cuya cabeza parecía insalvable, está a las puertas de levantar un título y liderar la consecución del billete olímpico. Y para celebrarlo y completar el círculo de lo inentendible, las españolas han caído derrotadas por primera vez desde que lucen la estrella en su pecho. En un encuentro sin incidencia ninguna en la clasificación para España desde que Suecia cayera derrotada en Suiza, Italia anotó tres goles en quince minutos para anular el tempranero tanto de Athenea. Esther puso algo de emoción al final recortando distancia, pero las 'azzurre' se llevaron los tres puntos. España 2 - 3 Italia NATIONS LEAGUE FEMENINA España: Cata Coll; Ona Batlle, Irene Paredes (Ivana Andrés, m.68), Laia Aleixandri, Olga Carmona; Tere Abelleira, Aitana Bonmatí (Esther González, m.46), Jenni Hermoso; Athenea del Castillo (Lucía García, m.46), Salma Paralluelo y Mariona Caldentey. Italia: Giuliani; Di Guglielmo (Salvia, m.90+1), Lenzini, Linari, Boattin; Bergamaschi, Caruso, Giugliano (Galli, m.71), Cambiaghi (Piemonte, m-90+1); Dragoni (Catena, m.54) y Giacinti (Cantore, m.54). Goles: 1-0. m.12: Athenea del Castillo. 1-1. m.47: Giacinti. 1-2. m.57: Cambiaghi. 1-3. m.64: Linari. 2-3. m.76.: Esther González. La árbitra: Eleni Antoniou (GRE). Amonestó a Ivana Andrés y Lucía García. Tomé ha aprendido la fórmula del éxito: si algo funciona, mejor no tocarlo. Y lo ha aplicado a rajatabla en sus cinco alineaciones, retocando lo justo. La principal ausencia de partida en Pasarón era Alexia Putellas, ausente por lesión, cuyo puesto en el centro del campo fue ocupado por Jenni Hermoso. Las 'azzurre', probablemente espoleadas por el siempre imponente 'Fratelli d'Italia', trataron de ir con el cuchillo entre los dientes desde el pitido inicial e, incluso, gozaron de un tiro lejano como primera oportunidad del encuentro. Pero su empuje duró menos que los acordes de su himno y España impuso su ley desde bien temprano. Antes de cumplirse el cuarto de hora, Athenea tenía la opción de llevar a cabo su jugada clásica. Escorada en banda derecha y con espacio para encarar a su defensora. La extremo del Real Madrid, con una facilidad apabullante, se deshizo de Boattin con un par de amagos y fusiló a la guardameta italiana. España sabía que sus opciones para certificar su pase a la fase final pasaban también por lo que ocurriera en Lucerna. Y Suiza, aunque a las campeonas del mundo no les hubiese hecho falta, les echó un cable. Las helvéticas se impusieron a Suecia gracias un gol de la jugadora el Atlético de Madrid Crnogorcevic, y la poca emoción que desprendía el partido de Pasarón se desvaneció. Objetivo conseguido para las de Tomé. A pesar de ello, la selección española está abonada al esperpento. Si en el partido ante Suiza, un error de la RFEF al enviar la convocatoria impidió disputar el encuentro a cuatro jugadoras, en esta ocasión empezó la segunda parte con una jugadora menos sin haber recibido ninguna expulsión. No saltaron al terreno de juego ni Aitana ni Athenea, pero solo estaba en el campo Lucía García. Esther seguía preparándose en el banquillo. Insólito. Las italianas aprovecharon la confusión y la indecisión locales para poner patas arriba el partido en quince minutos, en el momento en el que se dieron cuenta que las españolas no son invencibles. Giacinti recibió el balón en el área y, después de un buen recorte, alojó el esférico lejos del alcance de Cata Coll para poner el empate. Cambiaghi culminó un robo en la salida de balón española para darle la ventaja a las transalpinas y Linari aprovechó un barullo tras un saque de esquina para hacer el tercero. Un cuarto de hora de terror para España. La selección, a pesar de haber conseguido el objetivo, no quería irse de Pontevedra con un sabor agridulce por la derrota. Esther, asistida por la ídolo local, Tere Abelleira, ingresó en el área y con un remate con la puntera recortó distancias y devolvió la esperanza al entregado público de Pasarón. Pero el empuje y la garra no fueron acompañadas por el fútbol que acostumbra a practicar este equipo. Las italianas supieron aguantar el resultado y llevarse la alegría de derrotar a la campeona del mundo en su casa.

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