El Real Madrid evita un sobresalto en Lyon

PESTAÑA j17-asvel-realmadrid-euroliga23/24 Crónica 4 Sin ala-pívots naturales pero con la autoestima por las nubes tras una temporada hasta el momento idílica, llegaba el líder de la fase regular de la Euroliga a la cancha del colista, el ASVEL Lyon-Villeurbanne , con el único fin de acabar el año con una sonrisa en la competición de la que es vigente campeón. El devenir tan dispar de ambos equipos –sumidos los españoles en un estado de forma pletórico, inmersos los franceses en otro curso horrible en la máxima competición continental– dibujaba una cómoda victoria del Real Madrid ; sin embargo, el lógico triunfo blanco tuvo que ser cocinado a fuego lento. Tapaba Chus Mateo las sensibles ausencias de Deck, Hezonja, Rudy Fernández y Yabusele con un jovencísimo Eli John Ndiaye que había tenido buenos minutos en los últimos triunfos blancos ante Estrella Roja, Partizan y Joventut. Pero, desde el inicio del partido, los visitantes notaron cómo su herida cercana al aro era profunda. Los del carismático Pozzecco , conscientes de tal déficit, cargaban las zonas interiores con el acierto de un inmenso Lauvergne y el hambre al rebote de Fall . En contra de cualquier pronóstico, eran los franceses quienes llevaban la batuta del partido, quienes rozaban el 50% de atino en el tiros de campo, quienes, en definitiva, mandaban en el resultado tras dos cuartos de calvario para los de la capital de España. La sangría comenzaba a ser temible: un ejemplo de ello es que los hábiles exteriores Luwawu-Cabarrot y Lee superaban ambos los dobles dígitos en anotación antes del entretiempo. No obstante, fue un hombre al que suelen elegir los dioses para acudir al rescate de su equipo con canastas inverosímiles, fue de nuevo Sergio Llull quien reanimó al Real Madrid con un triple cercano al corazón de la pista para reducir a seis la distancia en el marcador al descanso (39-33). El regreso de los vestuarios destrozó la euforia blanca derivada de la enésima obra de arte del escolta balear. Los de Lyon, en una imagen muy similar a la mostrada desde el inicio del partido, continuaban hurgando en las llagas madridistas en la pintura. Entretanto, el Real Madrid se hundía en el desacierto en el lanzamiento exterior; no había rastro del Chacho Rodríguez ni de Campazzo... Sólo la innata clase de Musa , las internadas hacia el aro de Causeur y la producción ofensiva y defensiva en el interior del binomio Tavares-Poirier mantenían al campeón de Europa en la lucha por la victoria a falta de 10 minutos del fin. El error de dejar con vida a un campeón El Real Madrid estaba lastimado pero vivo. Y eso son palabras mayores para la entidad que levantó la Euroliga en 11 ocasiones. Pisó el equipo blanco la madera gala en el último cuarto, firmó un 0-11 de parcial de inicio –en una exhibición portentosa de Poirier con ocho puntos–, silenció el LDLC Arena y remontó el encuentro. Apretó el ASVEL hasta el final del encuentro bajo el calor de su público, aunque la décima victoria consecutiva blanca fue inevitable. Con 16 triunfos y una sola derrota, nadie en la historia firmó una primera vuelta semejante a esta del Real Madrid.

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