miércoles, 1 de enero de 2020

Un salón de juegos abrirá a 300 metros del centro contra la ludopatía

La polémica sobrevuela esta temporada el distrito de Retiro y se cierne sobre la calle del Doctor Esquerdo. En el número 56, donde antes estaba una ferretería de barrio, está previsto que a lo largo del año abra una nueva casa de apuestas. La inauguración no sería ninguna novedad, ya que estos locales se han convertido en los últimos tiempos en una lacra en la capital con calles, como Alcalá, con salones de juego cada 100 metros; pero en este caso, el nuevo establecimiento se sitúa a menos de 300 metros del nuevo Centro de Prevención de Ludopatías del Gregorio Marañón. Toda una ironía en el combate para paliar la adicción a las ruletas, máquinas tragaperras y otros juegos de azar. A pesar de que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso aprobó en noviembre suspender de forma temporal las licencias a este tipo de «recreativos», hasta que se termine de redactar el decreto de planificación que se está llevando a cabo sobre esta actividad, la medida no afecta a las licencias o permisos de apertura en trámite. En el local de Doctor Esquerdo, protegido por las antiguas verjas de la ferretería, todavía quedan antiguos carteles, pero las obras ya han comenzado para su acondicionamiento. En la parte superior, una pancarta indica que, en otro momento, la tienda hacía copias de llaves. Bajo ella, salen los operarios de un interior ya vaciado. Como aseguran los vecinos y consta en la Agencia de Actividades Municipal, los dueños obtuvieron a principios de octubre una licencia de uso terciario para hacer de los escombros una nueva «sala de reunión», el nombre legal de la futura casa de azar. Aunque el permiso ya se está tramitando, tal y como adelantó Madridiario, falta que se apruebe y la Comunidad de Madrid tendrá en esto la última palabra, ya que la competencia para abrir este tipo de sitios es regional. La paradoja no termina aquí, ya que estará situado también a solo 600 metros del colegio público Ciudad de Roma y del Montserrat, además de otra decena de institutos o residencias de la zona. Cuando Ayuso anunció la moratoria hizo hincapié en que la ludopatía es «un problema de salud pública que se está cebando con los menores». Centenares de ellos, si todo sigue su curso, pasarán por delante de su puerta. El Centro de Prevención e Investigación en Ludopatías y Adicciones Tecnológicas, dependiente del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del hospital Gregorio Marañón, estará especializado en niños, adolescentes y jóvenes y forma parte de la estrategia regional para promover un juego responsable.  Ayuso anunció su apertura hace dos semanas y advirtió, durante la presentación, de que las personas con adicción al juego o tecnologías pueden experimentar deterioro social, académico, laboral y familiar.

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