Kasatkina desespera a Muguruza

Superado el techo de la segunda ronda, a Garbiñe Muguruza se le abrían la opciones de hacer algo grande en el Mutua Madrid Open, pero se encontró con una guerrera Daria Kasatkina que defendió lo indefendible hasta agotar la paciencia de la española. Como en la ronda anterior, a Muguruza le costó entrar en el partido. Demasiados temblores para empezar que dieron alas a una Kasatkina sin miedo y sin complejos. La tenista de 20 años también sufrió, sobre todo con su servicio, pues la agresividad de la española siempre se multiplica al resto, pero aguantó las presiones y, además, se levantó para golpear más fuerte, par defenderse más rápido, para atacar mejor. Dos roturas en el primer set llevaron el encuentro donde quería. Sin embargo, a Muguruza le sobra coraje, tenis, calidad y orgullo. En un segundo set de vaivenes y roturas, la española puso a disposición de su juego su mayor fuerza física para conducir el parcial a su favor con un tempranero break. Después, consolidó su hegemonía en el ranking y su experiencia en escaparates adversos para no perder la paciencia cuando la rusa le arrebató el servicio. En un décimo juego larguísimo, de alta intensidad y mayor nerviosismo, Muguruza firmaba el empate y alargar el encuentro más allá de las diez de la noche. Todavía quedaba un colofón de órdago. Porque a la española le pesó el cansancio de alargar el encuentro y la noche no ayudó a sus energías. De nuevo los errores, los malos saques y la férrea defensa de Kasatkina la pusieron contra las cuerdas y con la obligación de firmar una recuperación estratosférica con un 1-4 demasiado rápido para sus fuerzas. No obstante, la número 3 del mundo tiró de coraje y orgullo para regalar un juego y un rayo de esperanza en un sexto juego para el recuerdo. Diecinueve minutos de intensa batalla con opciones de rotura y ventajas a favor que animaron a la grada, volcada con Muguruza para levantarla hacia el triunfo. Sin embargo, a la española la ambición de mantenerse fiel a su estilo de juego: golpes largos, de lado a lado, agresividad desmesurada, no le funcionó contra una rusa de 20 años con piernas para llegar donde sea, y con tenis para devolver con mordiente. Después del maratoniano sexto juego, Kasatkina volvió a apretar al resto para desequilibrar las cada vez menos energías de Muguruza, desesperada con errores de bulto -terminó con 64, por 32 de su rival- como un remate cerca de la red que se le escapó por mucho. Nada más tuvo para alargar la contienda, para culminar una remontada que parecía echa a medida, para protagonizar otro día mágico en el Mutua Madrid Open. Muguruza sube un escalón en el torneo madrileño, pero se va en octavos con lucha, pero sin premio.

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