Desde que aterrizara en el Principado de Mónaco en 2006, en donde se instaló en condición de «amiga especial» de Alberto II y, posteriormente, como «novia oficial» del soberano monegasco, el estilo de la Princesa Charlene ha evolucionado hacia un refinamiento ejemplar, siempre dentro de las cuadrículas del minimalismo. La exnadadora de origen sudafricano nunca ha necesitado el exceso para llamar la atención. Su considerable estatura, su buena estructura ósea y su corta y rubia melena pedían a gritos sobriedad y elegancia, que ella cumple a rajatabla. Charlene, con su mono de Ralph Lautren - Gtres Este fin de semana, la esposa del Príncipe Alberto ha vuelto a dar en el clavo el enfundarse un mono verde militar, con el cuello subido y con varias cremalleras y bolsillos, que es una de las prendas estrella entre modelos, famosas e influencers. Con este look firmado por Ralph Lauren y conocido como boiler suit, por su parecido a los uniformes de trabajo del Ejército, Charlene se paseó por el paddock del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 , que ha alcanzado su edición número 73. Charlene completó su estilismo con unas sandalias altas de tacón con hebilla al tobillo y un bolso de mano de la firma suiza Akris, una de sus marcas de cabecera. No en vano, Charlene de Mónaco ha estado en el front row de la marca durante la Semana de la Moda de París. Tampoco faltaron en su look unas gafas XL de cristales de espejo. Poco amiga de los estampados y los bordados (aunque en alguna ocasión los ha lucido), la primera dama de Mónaco suele llevar looks monocolor, en los que domina los tonos azules y rojos, así como el negro y el beige. Para la noche se permite los metalizados y entre sus prendas estrella, destacan el pantalón palazzo y las blazers .De Estilo https://ift.tt/2siHHdI
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