
El Valencia sentenció al Villarreal con dos martillazos en la prolongación. Resultado engañoso por los méritos de unos y otros, pero que deja al Villarreal sin ilusiones esta temporada y un único objetivo, la salvación. Solo un milagro podría permitir al submarino amarillo alcanzar la semifinal, o lo que es lo mismo, ganar en Mestalla la próxima semana marcando un mínimo de tres goles. Curiosa contradicción por la que transita el Villarreal, que pelea cada domingo por salir del pozo liguero del descenso mientras luce su mejor tipo por los diferentes escaparates europeos. Los de Calleja llegaban invictos al duelo fratricida de la Europa League ante un Valencia que sueña con darle lustre al año de su centenario firmando una temporada de ensueño. Con la final de Copa en el bolsillo y peleando por la cuarta plaza liguera, los de Marcelino se plantaron en La Cerámica tratando de dar un zarpazo que dejara medio solventada la eliminatoria. Y lo dieron a los seis minutos guiados por un entonado Guedes que forzó un torpe penalti de Cáseres. El portugués, como Juan Palomo, también aprovechó el rechace de Andrés, que adivinó el lanzamiento de Parejo, y adelantó al Valencia. Guedes hunde al submarino Pero no se rindió el Villarreal, que dispuso de la mejores oportunidades ante Neto antes de que Garay cometiera otro innecesario penalti sobre Iborra. No falló Cazorla, que metió a los locales en el partido y en la eliminatoria. Movió el banquillo Marcelino en la segunda parte con la intención de agitar un encuentro en el que el Villarreal llegaba con demasiada comodidad. Cherishev, pitado al entrar al campo con la camiseta del Valencia, fue el tercer cambio de los visitantes. Un cedido por el Villarreal era la baza del Valencia para decantar el partido a su favor. Wasp anotaría el 1-2. Pero el escogido fue Guedes, que desde que ha vuelto está en racha. El luso certificó la defunción de los amarillos en el 93.
De Deportes http://bit.ly/2IczwKn
0 comentarios:
Publicar un comentario