En el pasado número de ABC de la Náutica, Pedro Sardina entrevistaba a Julia Casanueva, presidenta de la RFEV y le preguntaba entre otros temas por las dos regatas de vela olímpica más importantes que se celebran en España, el Trofeo Princesa Sofía y la Christmas Race. En el Sofía claramente estará la práctica totalidad del Equipo Pre-olímpico Español, y que de la apuesta por parte federativa no cabe ninguna duda; pero de la Christmas Race que se ha celebrado hace pocos días en Palamós, la apuesta federativa ¿cuál ha sido? La Christmas Race es una regata especial, y que las federaciones que acostumbran a conseguir medallas olímpicas no dudan en mandar si no a sus primeras espadas, que suelen ir por libre, y sí a los regatistas que algún día llegarán a olímpicos. Es una regata que por sus peculiaridades especiales, condiciones distintas a cualquier otra regata, que se celebra fuera de temporada, y qué mejor preparación que en una regata en la que hay una participación de regatistas de hasta 22 países. Ya no es el hecho económico de subvencionar o no, que esto ya son cosas del pasado, sino es el hecho de que el equipo pre-olímpico español ni apareció, ni se le esperó. ¿Saben donde se forjaron las medallas de Gorostegui, Millet, Abascal, Noguer, Luis y Josele Doreste, Molina, Calafat, Sánchez Luna, Van der Ploeg, Vía-Dufresne, Zabell, Guerra, Trujillo y así unos cuantos? Pues compitiendo y entrenando entre otros lugares en Palamós y en la Christmas Race. ¿Casualidad? Esto era cuando la federación apostaba por las regatas de casa, pero ahora prefiere hacer concentraciones en no sé donde, y que se hacen coincidiendo con regatas como la Christmas, que de buen seguro, les servirían de mejor entrenamiento, con comités, salidas, pasos de boya y situaciones reales de verdad; en una regata y con otros regatistas de otros lugares. La Christmas además es una regata con una clara apuesta por las clases olímpicas pero también por las juveniles y que tanto pecho sacan desde la federación como el Laser Radial y 420 que son las que han dado los últimos grandes éxitos a la vela de ‘base’ de este país. Londres 2012 fue el último referente en cuanto a medallas para el equipo español. En Río 2016 nos volvimos de vacío, y si desde la federación siguen con esta política de descontrol en lo que se refiere a la vela olímpica, en Tokio 2020 me temo que si no es porque los que van por libre se buscan la vida por su cuenta, nos volveremos nuevamente de vacío. Gran Bretaña y Francia, que no son países menores a la hora de sumar medallas, han mandado a Palamós a sus equipos de futuro. España prefiere seguir la regata por la prensa. Si no apuestas por lo que tienes en casa, y regatas como las Christmas Race son un claro ejemplo de ello, apaga y vámonos.
De Deportes http://bit.ly/2TjCz4I
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