Nacho Palau, excompañero sentimental de Miguel Bosé, ha ganado el primer asalto judicial contra el cantante. Ocurrió ayer, cuando el abogado de Palau, José Gabriel Ortolá Dinnbier, difundió un comunicado a primera hora de la mañana informando de que había sido admitida a trámite la demanda presentada el 17 de octubre, con la que pretende «defender los derechos e intereses» de Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, los hijos de Palau y Bosé, fruto de dos gestaciones subrogadas. El abogado señaló a través del escrito que Palau pide «acciones de filiación paterna no matrimonial con fundamento en la posesión de estado», así como una «acción acumulada para el establecimiento de medidas paternofiliales de hijos no matrimoniales». La demanda también exige una «acción subsidiaria para el reconocimiento y fijación de un derecho de relación de allegados», y solicita « medidas cautelares para el establecimiento urgente de visitas y alimentos». Asimismo, el despacho indica que ha iniciado una reclamación para obtener «el reconocimiento y la determinación» de los derechos que le correspondan a Palau a causa de su contratación en «sociedades participadas y administradas» por Bosé. Al descubierto Hasta el mes pasado, lo único que se sabía sobre Bosé es que había abandonado su domicilio de Panamá, donde se asentó en 2015, para instalarse en México tras romper con su pareja y que se habían repartido los hijos. Fue entonces cuando el abogado de Palau soltaba la bomba mediática, afirmando que había presentado esta demanda a favor de su representado «tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé durante más de veintiséis años», y tras «fracasar las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando». Los aspectos más íntimos de Bosé hacían públicos en diez líneas, donde se revelaba la identidad de quien ha sido su compañero en la sombra durante casi treinta años. Se supo entonces que, al no llegar a un acuerdo, que Bosé se había ido a México con Diego y Tadeo, y Palau había vuelto a España con Ivo y Telmo. La razón para distanciar a los dos pares de gemelos fue que, tal y como contó ABC, Palau y Bosé gestionaron en 2010 por separado los trámites para una gestación subrogada. Por lo que, a efectos legales, los niños tienen padres distintos. Según fuentes jurídicas consultadas por este diario, lo que Palau reclama ante la Justicia es que los dos hijos del cantante sean reconocidos como suyos, aunque no existan lazos de sangre. Para ello, lo primero que tiene que demostrar es que él y sus hijos han convivido con Bosé y los suyos, aportando documentos y testimonios de gente cercana. Si se le reconoce como padre, lo siguiente que pedirá es tener derecho a medidas paternofiliales, como la guarda y custodia de los hijos, régimen de visitas y alimentos. Medidas urgentes Si no se reconociera la filiación, Palau pide que se le considere como «allegado», una figura del Código Civil por la que se denomina a todo aquel que tiene relación cercana con unos niños sin ser su progenitor. De esta forma, podrá seguir viendo a los pequeños aunque legalmente no sea su padre. Respecto a las medidas cautelares que ha solicitado, responden al procedimiento habitual. Solo que en los casos de divorcio se llaman «provisionales» porque había una unión matrimonial. Lo que Palau quiere es que el juez establezca un régimen de visitas de carácter urgente, para que él y sus hijos puedan ver a los de Bosé. Así, los niños seguirán creciendo juntos, como lo han hecho hasta el momento de la ruptura de sus padres. En paralelo, el abogado de Palau ha iniciado una reclamación, sin especificar en el comunicado el motivo, para que su cliente obtenga una compensación económica a través de las sociedades que están a nombre del cantante. Mientras Palau emite comunicados a través de su abogado, Bosé guarda silencio. Habrá que esperar al segundo asalto judicial para ver si el cantante se anima a dar su versión.
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