El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cerró ayer su gira por cuatro países de Hispanoamérica recordando que España celebra este año el 40 aniversario de la Constitución Española y defendiendo su vigencia en la unión de los pueblos de España. El presidente del Ejecutivo anunció que su Gobierno va a desplegar una acción «importante» de reivindicación de estos cuarenta años por lo que ha supuesto en términos social, de cohesión territorial, de unión de los españoles y de unión de los pueblos de España». Por ello, a partir de septiembre se van a impulsar actos para reivindicar su vigencia. La primera gira internacional se cerró ayer en Costa Rica, donde la delegación española celebró diversos actos con el Gobierno de la República y mostró una buena sintonía con el presidente, el progresista Carlos Alvarado. El tema central de esta última escala fue el cambio climático, asunto en el que Costa Rica aspira a ser pionero y del que Sánchez se mostró como un firme admirador. El presidente del Gobierno afirmó que el cambio climático es ya una «realidad irrefutable», advirtió de que España va a ser uno de países más afectados y recordó que presentará una ley de cambio climático antes de final de año, así como un plan de transición energética para abordar este «reto universal». «Los que abogamos por la paz, por la cooperación, por la solidaridad entre pueblos tenemos el deber de actuar de manera urgente», indicó, en su loa a un presidente con el que dijo encontrar muchas similitudes y que en el ámbito energético hace gala de haber «abolido» la utilización de combustibles fósiles. El presidente Alvarado no dudó en corresponder las palabras entusiastas de Sánchez: «Me siento orgulloso de tener en Costa Rica a un "champion", un campeón en la lucha contra el cambio climático». Una inmigración ordenada Sánchez hizo también una encendida defensa de la «migración ordenada y legal» como único camino para gestionar con éxito los flujos de personas que llegan a Europa desde el norte de África y desde la premisa de que «en España necesitamos migración». El debate sobre la gestión de los flujos migratorios ha sido uno de los aspectos más relevantes de la gira por cuatro países de Hispanoamérica, dado que las crisis de Venezuela y Nicaragua ha generado un éxodo de millones de ciudadanos por toda la región. El posicionamiento tan firme de Sánchez es significativo tras los bandazos protagonizados por su Gobierno en materia de inmigración, con episodios y declaraciones contradictorias entre la primera y la segunda llegada del Aquaruis, la distinta reacción del Ejecutivo tras los saltos en la valla de Ceuta o en relación con la eliminación o no, de las concertinas. Ahora, Sánchez insiste en la importancia de «abolir» y «erradicar» la inmigración ilegal y «combatir» a las mafias. Para ello, consideró que los gobiernos deben articular políticas migratorias «que ordenen y conviertan en legal» los flujos migratorios.De España https://ift.tt/2Pu7mKv
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