Un nuevo Gareth Bale es posible, y las estadísticas son prueba de ello. No mienten, tan solo reflejan la realidad. El galés ha marcado 4 goles en 5 partidos oficiales. Tres con el Real Madrid y uno con la selección de su país. La faceta goleadora del «Expreso de Cardiff» ha llegado cuando más se necesitaba. El máximo goleador de la historia del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, abandonaba las filas merengues el pasado verano. Desde el club procuraban afrontar la desdicha encontrando un sustituto lo antes posible. «Se busca nuevo líder para la Casa Blanca», fue el cartel con el que se trató de emprender dicha tarea. Sin embargo, no había que irse muy lejos para cumplirla. El portugués se iba, pero el galés se quedaba. Mientras, otros como Neymar, Hazard o Mbappé desembarcaban en el puerto madridista, pero de forma ficticia. Más adelante, cuando se cerró el mercado de traspasos, surgió una inevitable pregunta entre los aficionados, ¿Quién se echará ahora el equipo a la espalda? Hubo un tiempo en que la respuesta a la misma la colmaban algunos nombres propios, que no eran Cristiano Ronaldo. Un futbolista en el que poner los ojos con esperanza cuando las cosas iban mal. Antes del de Madeira, existió una época en que el elegido era Robben. Luego otra en que la gente, ante la hegemonía de Ronaldinho en el Barcelona, buscaba en Robinho un salvador, que nunca llegó. Ahora ha llegado el turno de Gareht Bale. Luces y sombras A pesar de todo, las dudas siempre han girado en torno al juego de Bale durante sus cinco temporadas de blanco . Irregularidad y lesiones, con pequeños fogonazos que deslumbran una enorme calidad, han sido el pan nuestro de cada día con el galés. Luces y sombras. Dos caras de una moneda que se combinan entre meses en los que el extremo desaparecía del mapa, con algunas actuaciones épicas. Su galopada en la final de Copa del Rey contra el Barcelona en 2013 que le dio el triunfo a los blancos, sus goles en las finales de la Champions League (2013 y 2018), o su magnífico campeonato de Europa der selecciones en 2016, donde alcanzó las semifinales con Gales. Si ahora el Barcelona tiene a Messi, el Atlético de Madrid a Griezmann y otros equipos alrededor del mundo cuentan con un futbolista clave (como es el caso de Hazard en el Chelsea, Harry Kane en el Tottenham o Neymar y Mbappé en el PSG), el Madrid tiene a Bale. Él puede ser la llave del nuevo jugador referencia blanco, si mantiene este registro goleador y la regularidad en su juego.De Deportes https://ift.tt/2wURtFO
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