sábado, 22 de junio de 2024

Bélgica despierta a tiempo a pesar del mal fario de Lukaku con el gol

Bélgica despertó justo a tiempo en la Eurocopa. Los Diablos Rojos , a medio camino entre lo que queda de una generación dorada crepuscular y la nueva camada que lidera Jéremy Doku, doblegaron a Rumanía con goles de Tielemans y De Bruyne. Ambos decidieron un duelo en el que el VAR volvió a negar el tanto a Lukaku , gafado con hasta tres dianas anuladas en dos partidos. La solvente victoria belga invirtió las sensaciones de ambas selecciones y dejó el grupo E al rojo vivo con un cuádruple empate a tres puntos. Y es que en la carnavalesca Colonia se cruzaban sensaciones diametralmente opuestas, con Rumanía venida arriba tras golear a Ucrania y Bélgica alicaída por su inesperada derrota ante Eslovaquia. El combinado de Domenico Tedesco necesitaba una reacción que llegó de forma instantánea, a través de un misil tierra-aire de Tielemans desde la frontal cuando apenas se había descorrido el telón del último partido de la segunda jornada. No fue mala la reacción de Rumanía a pesar del madrugador golpe. Lo confirmó un cabezazo del imponente Dragusin desviado por Casteels. Sin embargo, la presencia de Lukaku, tan imparable físicamente como en ocasiones gafado ante la puerta rival, continuó siendo un serio dolor de cabeza para el combinado de Iordanescu. La presencia del ariete de la Roma se fusionó a la perfección con el vértigo por las alas de Doku y Lukebakio, al que una plástica estirada de Nita negó el gol. Lo cierto es que la superioridad técnica belga puso las cosas en su sitio tras una jornada inaugural de locos en el grupo E. El conjunto de Tedesco dominó con balón pero también empleó la velocidad en transición cuando fue necesario. Mientras Bélgica asustaba con espacios Rumanía sufría sin el efecto Cenicienta del primer día, en el que apabulló a la vecina Ucrania a base de pegada. Poco del equipo de Iordanescu en una primera parte de color belga, apenas la amenaza aérea a balón parado, con otro testarazo de Burca. La respuesta rumana tras la pausa duró un suspiro, el que empleó Doku para demostrar que seguía dispuesto a llevarse por delante lo que saliera a su paso por la banda izquierda belga. Fueron mejores los Diablos Rojos, hasta rondar insistentemente el segundo gol que el VAR negó a Lukaku por un milímetro. Tres tantos anulados acumula el voluminoso ariete de Amberes, un mal fario que no impidió la merecida victoria de Bélgica, rubricada por De Bruyne.

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