Fraser-Pryce exhibe su superioridad en Vallehermoso

Una sonrisa iluminó Vallehermoso. Shelly-Ann Fraser-Pryce, la multicampeona jamaicana, la reina de la velocidad caribeña, ajustaba los tacos de salida sonriendo. Se la veía feliz en Madrid, contenta de encontrarse con el viejo estadio madrileño, revivido hace cuatro años en una suerte de 'Retorno a Brideshead'. Noticia Relacionada Atletismo estandar Si García Romo: «Me veo muy fuerte; mi idea es batir a Ingebrigtsen, lograr el oro en el Mundial» Ignacio Romo Entrevista con el campeón de España de 1.500 metros a las puertas de las grandes citas atléticas del verano Fraser-Pryce exhibió su facilidad, su soltura, la potencia de su zancada. La triple campeona olímpica se paseó en los 100 metros con una gran aceleración a partir de los 20 metros, que le proporcionó una ventaja enorme, aparentemente sin esfuerzo, sobre sus rivales. Shelly Ann cruzó la meta en unos excelentes 10.83 pese al suave viento en contra. Mereció la pena verla, con ese aire mágico de las grandes campeonas en un escenario también mágico, que siempre trae a la memoria los grandes campeones que pisaron Vallehermoso, desde Carl Lewis a Edwin Moses, pasando por Mariano Haro o José Luis González. Jael Bestué fue la otra gran protagonista del hectómetro. La catalana realizó una gran carrera y logró una sensacional segunda plaza. Registró un gran crono (11.10), que confirma que sigue madurando como ese nuevo talento que necesita la velocidad española. Bestué ya amenaza el récord nacional de Sandra Myers. Algo más decepcionante fue el triple salto. El anunciado duelo entre María Vicente , autora de la mejor marca española del año y la plusmarquista nacional Ana Peleteiro no estuvo a la altura de lo esperado. Vicente realmente no estuvo nunca en pista. Se la vio descentrada, fatigada y sin la seguridad que había mostrado en sus últimas actuaciones. Los 13,77 que logró no hacen justicia a su tremenda calidad. Peleteiro arrancó con saltos decentes. 14,04 y 14,15. Este último, cuando la noche caía sobre Vallehermoso, le bastaría para ganar, un centímetro por delante de la italiana Derkach. Pero donde sí triunfó la gallega fue en la consolidación de su liderazgo, de su popularidad entre la afición de Madrid . En cada salto, la medallista olímpica pedía las palmas del público con vehemencia, con autoridad, con chulería, con desparpajo, corrigiendo a la grada y obligándoles a comenzar de nuevo. Es la gran lideresa del atletismo español. Ana Peleteiro, en Vallehermoso EFE En los 800 metros, la carrera que cerró la noche madrileña, pudo verse un precioso duelo entre dos españoles en gran forma. El joven Attaoui salió con valentía en una carrera endiabladamente rápida en la primera vuelta (50.2 al paso por el 400). Más atrás, al estilo Wottle o Borzakovski, el campeón europeo Adrián Ben , aplicaba su táctica habitual: recoger cadáveres en la recta final. Ben logró un excelente crono, 1:44.72. También brilló Attaoui con sus 1:44.93. El medio fondo español está fuerte, sólido y lleno de talentos.

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