jueves, 4 de mayo de 2023

El Nápoles conquista la liga italiana 33 años después de Maradona

En Nápoles es una noche para la historia. Se cumplió el sueño. La capital de Campania arde en manifestaciones de entusiasmo al proclamarse campeones de Italia , con cinco jornadas de antelación, por tercera vez en su historia. Una gran explosión de júbilo vivieron los napolitanos y en particular en el estadio Maradona , lleno a rebosar para ver el partido en grandes pantallas, cuando Oshimen marcó en el minuto 52 el gol del empate en Udine , un punto suficiente para hacer campeones a los 'azzurri'. Nápoles es una ciudad en fiesta, en delirio, con euforia y felicidad por doquier. «Nunca hemos visto ni vivido nada igual», es la frase que más se repite en la ciudad. Los napolitanos se echaron a las calles y plazas, coloreadas de 'azzurro', el mismo color azul de la camiseta del club. Este scudetto llega 33 años después de la última vez , en 1990, cuando el capitán de los Azzurri era Diego Armando Maradona , ídolo inmortal en Nápoles. Miles de personas acudieron a festejar en los lugares más simbólicos, como la plaza del Plebiscito, una de las más bellas y características de la ciudad, y a la plaza de la fuente monumental del Carciofo (Alcachofa) -meta predilecta de los tifosi napolitanos tras una victoria-. Y, por supuesto, se llenó el Largo Diego Armando Maradona en el famoso Barrio de los Españoles. Las banderas y pancartas del equipo ondean en todos los balcones. El número tres (el tercer scudetto) está pintado en muchas paredes. Noticia Relacionada Fútbol estandar No Cinco años de cárcel para Armando Izzo, futbolista del Monza, por amaño de partidos junto a la Camorra J. A. M. El caso por el que ha sido condenado se remonta a la temporada 2013-14, cuando militaba en el Avellino en la Serie B La noche se iluminó de fuegos artificiales. La euforia es desbordante porque los napolitanos se sienten orgullosos por un título que ganaron con todo merecimiento. Su equipo ha sido el que mejor ha jugado y más ha divertido. El éxito del Nápoles ha sido coral, con muchas caras, aunque hoy los napolitanos han querido destacar especialmente dos, la del nigeriano Victor Osimhen y la del georgiano Khvcha Kvaratskhelia , cuyos retratos están en infinidad de pancartas. En una de ellas, bajo sus caras se lee: «El fuego somos nosotros. Gracias Vesubio». Curiosamente, el volcán ha sido invocado durante el campeonato para que quemara la resignación y diera energía hacia la victoria. Esa invocación de los napolitanos ha apagado los gritos de los ultras de sus equipos adversarios, como el Milan o Roma, que corean en sus enfrentamientos esta vergonzosa frase: «Vesubio, quémalos a todos». En los dos primeros títulos fue decisiva la impronta de Maradona , al que Nápoles dedicó el estadio. Esta vez ni siquiera fue necesaria la «Mano de Dios», como popularmente se le conoce al legendario jugador argentino. Maradona está muy presente en la fiesta de una ciudad que casi le rinde culto. En Nápoles, una ciudad profundamente supersticiosa, se mezcla lo sagrado y lo profano. Muchas personas han pasado, casi como en una procesión triunfal en un rito pagano de acción de acción de gracias, ante el célebre mural de Diego Maradona, convertido casi en santuario, para rendirle también homenaje. Por aquí ha estado también el director napolitano Paolo Sorrentino, fan apasionado del Nápoles y de Maradona, al que dedicó su film «Fue la mano de Dios» (2021). Sorrentino está rodando una película y aprovechará la fiesta futbolística, que será larga, para filmar una serie de escenas. «Es uno de los momentos más emocionantes de mi vida», ha dicho Sorrentino. «Este Nápoles es diferente al de Maradona -añadió el ganador del Oscar con «La gran belleza» (2013)-. Pero es un Nápoles que parece hecho por napolitanos. Kvaratskhelia parece un estudiante de ingeniería napolitano, al igual que Osimhen y Lozano. Preguntado si habrá una película sobre este Nápoles, Sorrentino responde afirmativamente, con halagos para todos: «Realmente creo que sí es para un film, sin duda habrá trabajos sobre este scudetto napolitano. En este caso está la mano de todos, desde De Laurentiis (presidente) hasta Spalletti (entrenador), el equipo y la afición». Con razón, puede decirse que para el Nápoles este es un 'scudeto de Oscar'. Los napolitanos creen en los milagros de su patrón, San Genaro . También a él le dan las gracias por el campeonato. Muy conocida es una tradición secular. El relicario con la supuesta sangre del santo, en estado sólido, es sacudido por el arzobispo o un monseñor ante los fieles y, casi siempre, se convierte en líquido, en las tres veces que cada año es sacado de su lugar habitual, en una capilla de la catedral. Pero esta vez el milagro del Nápoles fue una buena planificación y presupuesto «sostenibles». Además del entrenador Spalletti, los napolitanos reconocen hoy la decisiva gestión del presidente Aurelio De Laurentiis, famoso director cinematográfico. A la ciudad, al menos a los ultras, no le gustaba el «romano» De Laurentiis (conocida es la tradicional rivalidad futbolística de Roma y Nápoles). Hoy, aunque los ultras no lo aman, festejan con él. El triunfo del equipo 'azzurro' sorprende y maravilla también a muchos italianos, Italia. después de décadas de dominio futbolístico de equipos del norte de Italia, como Juventus, Milan y el Inter de Milán. En el imaginario colectivo de los italianos, Nápoles es la capital de la improvisación y del arte de saber arreglárselas de cualquier forma. Nunca les faltó el ingenio. A pesar de todos los prejuicios sobre cierta incapacidad de la capital de Campania para sacar adelante proyectos y negocios, hoy Nápoles con la conquista de su flamante Scudetto echa por tierra bastantes prejuicios y estereotipos, como el de su eterno lamentarse. Mucho ha cambiado la ciudad en los últimos años. Su transformación es palpable. Con la fiesta, se respira otro aire. La fiebre que causa este scudetto lleva a algunos aficionados a poner a sus hijos el nombre de sus ídolos, como en el pasado ocurrió con Diego Armando. Clara y Armando -a éste se lo puso el padre por Maradona-, cuentan orgullosos que han inscrito a su hijo en el Registro Civil del municipio con el nombre del georgiano Khvcha Kvaratskhelia. Nadie hubiera imaginado al inicio de la temporada que el equipo de Spalletti y De Laurentiis habría aportado novedades incluso en el Registro Civil.

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