miércoles, 17 de mayo de 2023

Una discoteca de moda para captar a mujeres y prostituirlas en pisos: la última 'fiesta blanca' destapada por una menor

La noche de fiesta en una de las discotecas de moda de la capital termina con una llamada. Al otro lado del teléfono, una menor de origen español con la voz entrecortada revela que la han engañado. Está en la calle, frente a un piso destinado a la prostitución ilegal en la avenida de Pablo Iglesias, y acaba de marcar el 091. Con la experiencia de mil y un avisos, el agente de la sala CIMACC escucha primero y pregunta después; las alarmas saltan rápido. Un indicativo de la Policía Nacional se entrevista con ella y el relato toma cuerpo: un matrimonio de venezolanos la han abordado en el interior del local, le han regalado los oídos («que si eres muy guapa», «que si tienes una sonrisa y un cuerpo de escándalo») y le han prometido un trabajo difícil de rechazar. Unas horas de compañía en eventos privados que servirán para catapultar su recién descubierta carrera como modelo. Pero la trampa pronto cae por su propio peso. La adolescente acude a la casa y allí descubre que para lo que en realidad le han traído es para mantener encuentros sexuales con hombres a cambio de dinero. La mitad para ella y la otra mitad para sus inesperados captores, sin descontar el porcentaje por el alquiler de la vivienda y otros gastos derivados como el consumo de drogas, al que debería acceder para satisfacer los deseos (e incrementar la cuenta) de los clientes. Pese a que el 'shock' es descomunal, su valentía le lleva a marcharse del lugar y avisar a la Policía. Corre el mes de noviembre y la última operación contra la trata de seres humanos en Madrid no ha hecho más que comenzar. «Nos ponemos a indagar y conseguimos dar con cuatro víctimas más», recuerda el inspector de la Brigada de Extranjería y Fronteras, Tomás Santamaría, responsable de las investigaciones. Las semanas pasan y los agentes descubren otra fuente de captación: las redes sociales («Twitter, Facebook...»), a través de las que contactan con chicas de entre 16 y 30 años, la mayoría de ellas sudamericanas, de Venezuela, Colombia…, pero también de Rumanía o nacidas en España, como la menor que prendió la mecha del caso. De una forma o de otra, lo cierto es que en este mismo piso de la avenida de Pablo Iglesias se comprueba que residen hasta seis mujeres, obligadas a ejercer la prostitución en jornadas maratonianas y vigiladas por videocámaras las 24 horas del día. Noticia Relacionada estandar No Las mafias captan a chicas cada vez más jóvenes en TikTok e Instagram para prostituirlas en pisos y en las redes sociales Carlos Hidalgo Las redes de trata engatusan a jóvenes, muchas españolas y menores, que acaban en pisos de Madrid esclavizadas El grupo criminal, formado por ocho individuos, lo lidera el citado matrimonio venezolano, que no cuenta con antecedentes por hechos similares pero sí con reseñas por otros delitos. Ella, que posee un permiso de residencia, y él, la doble nacionalidad, han hecho de la explotación su billete para llevar un elevadísimo tren de vida: están asentados en un bloque de lujo de Chamberí por cuyo alquiler pagan alrededor de 3.500 euros mensuales (más 12.000 solo para entrar a vivir entre fianzas y seguros) y se mueven en un BMW serie 6 de color negro, que utilizan también para trasladar a sus víctimas en las citas concertadas a domicilio. Los cabecillas y sus lacayos, controladores y proveedores de sustancias estupefacientes, anuncian a las jóvenes en portales de internet dedicados a la prostitución, en los cuales insertan diversas fotografías, los servicios ofertados, un teléfono de contacto o WhatsApp y la posibilidad de pagar por Bizum o transferencia; es decir, el dinero siempre lo manejan ellos. Durante los encuentros, ofrecen a los puteros la posibilidad de comprar drogas (principalmente cocaína, para las llamadas 'fiestas blancas'; tusi, MDMA, marihuana, potenciadores sexuales y viagra), y obligan a las chicas a consumirlas como parte del 'divertimento'. «De esta forma, conseguían que se volvieran adictas y la deuda que tenían contraída siempre aumentase», advierte el inspector Santamaría. Con su caída, ocho mujeres fueron liberadas después de realizarse tres registros en pisos de Tetuán y ser detenidos ocho individuos. Los dos líderes, que blanqueaban las ganancias a través de una empresa ficticia de venta online de ropa, ya han ingresado en prisión. En paralelo a esta operación, la Brigada de Extranjería y Fronteras ha desarrollado otra en el Corredor del Henares que, paradojas de la vida, ha terminado con el mismo resultado: ocho detenidos y sus dos cabecillas entre rejas. En este caso, explotaban a las mujeres de una forma 'más tradicional': las engañaban con falsas ofertas de trabajo para que vinieran a Madrid desde sus países de origen. Cuatro de ellas han sido rescatadas.

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