
El pasado diez de enero se cumplió un año de la entrada en vigor del decreto de garantías con el que el Gobierno gallego regulaba el derecho a una atención sanitaria más ágil para un catálogo acotado de problemas de salud graves: un listado de 108 cirugías indicadas en procesos graves (fundamentalmente operaciones de neoplasias y carcinomas, pero también intervenciones de válvula aórtica y mitral, aneurismas cerebrales u obstrucciones de arterias coronarias), siete vías rápidas relacionadas con procesos oncológicos y 26 pruebas diagnósticas vinculadas a su diagnóstico para los que la administración sanitaria se obligaba a responder en un plazo más exigente fijado en 60 y 45 días (operaciones y consultas o pruebas). Transcurrido el primer año de rodaje, informó el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, han sido 43.550 los pacientes amparados por los nuevos tiempos máximos, y todos los casos, destacó, han podido ser atendidos dentro del plazo en el propio hospital de referencia del usuario o, en un reducido 0,22% del total, en otros hospitales de la red pública, desmintiendo por tanto, incidió, a aquellas voces que durante la tramitación de la norma quisieron ver en el texto una puerta abierta al trasvase de fondos de la sanidad publica en favor de la privada. La garantía de atención en un plazo máximo de 45 días para primeras consultas de especialidades y de 60 en el caso de intervenciones quirúrgicas fue una de las promesas electorales con las que el PPdeG llegó a la presidencia de la Xunta en el año 2009. Tras varios borradores —en diciembre de 2014 Alberto Núñez Feijóo llegó a presentar un anteproyecto ambicioso con hasta 48 grupos de cirugías y 69 pruebas diagnósticas sujetas a las nuevas garantías—, a comienzos de 2018 entraba en vigor el decreto final, apostando por un listado de procesos mucho más acotado y abordable. «Decidimos ser prudentes, empezar con lo que nos parece primordial que es que ningún gallego con sospecha de cáncer tenga dificultad en el acceso, que con los recursos de los que disponemos podamos garantizar que todos esos pacientes, vivan donde vivan, tengan la seguridad de estar intervenidos en un plazo máximo de 60 días, y una vez que consigamos esto, iremos a por el siguiente proceso, y después a por el siguiente...», explicaba en su momento el director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, justificando la reducción de la lista de procesos asegurados. El Sergas pisaba el freno en un compromiso que, en caso de incumplimiento, obliga a la sanidad pública a sufragar la intervención del paciente en el sistema concertado, un aspecto que desde el inicio del trámite de la Lei de Garantías de Prestacións Sanitarias motivó la alerta de la oposición ante una posible fuga de fondos hacia hospitales privados. Cumplido el primer año de vigencia, la ampliación de procesos cubiertos sigue en los planes de la Consellería, aunque no con carácter inmediato, según las explicaciones ofrecidas por Antonio Fernández-Campa. 19,4 días en prioridad 1 El gerente del Sergas presentó en rueda de prensa los datos de espera media al cierre de 2018. La demora en las operaciones, como ya adelantó el conselleiro de Sanidade en la comisión de investigación parlamentaria sobre el efecto de los recortes en la sanidad, se sitúa en 61,1 días, casi cinco por debajo del dato registrado en diciembre de 2017. En el caso de las intervenciones con consideración de prioridad uno (aquellas que requieren atención antes de 30 días), el promedio es de 19,4 días, levemente por encima de los 18,1 de un año atrás. Las cirugías catalogadas como prioridad 2 (en las que se recomienda no retrasar la atención más de 60 días) se mantienen sin embargo por encima del objetivo: 63,7 a 31 de diciembre, frente a los 65,5 del cierre del ejercicio 2017. En el caso de las primeras consultas de especialidades hospitalarias, el tiempo medio de espera se fija en 44,8 días, recortando también 1,8 respecto a 2017. En este capítulo, el gerente del Sergas detalló los resultados de las vías rápidas habilitadas en sanidad pública gallega para conducir al paciente hasta un diagnóstico e inicio de tratamiento rápido ante una sospecha de enfermedad oncológica. Aquí, detalló, la espera media es de 7,1 días, siendo las vías rápidas de cáncer de mama y de cáncer colorrectal las que acogen a un mayor volumen de pacientes, en este caso con demoras medias de 6,9 y 8,7 días respectivamente. Tanto en quirófanos como en citas hospitalarias, destacó el gerente del Sergas, los datos publicados este jueves son «los mejores de la serie histórica del Sergas» y consolidan, a la espera de la actualización de la estadística oficial del Sistema Nacional de Salud, la posición de la sanidad gallega entre los servicios autonómicos de salud más ágiles. Pruebas diagnósticas El balance semestral cuantifica también la demora media de las pruebas diagnósticas prescritas en el Sergas, con un tiempo de espera de 69,8 días. Aquí, Antonio Fernández-Campa, subrayó los datos de las pruebas radiológicas, las más comunes y las que acumulan el mayor volumen de solicitudes. Radiología convencional, con 31,4 días de demora media; radiología de mama, con 78,2; TAC, con 67,7, y resonancia magnética, con 62,9, dijo, representan por sí solas el 67% de las pruebas en lista. La Hemodinámica funcionará 24 horas desde febrero en el HULA La Unidad de Hemodinámica del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo prestará servicio ininterrumpido 24 horas desde mediados de febrero. El conselleiro de Sanidade, acompañado por el director xeral de Asistencia Sanitaria, el gerente del área sanitaria de Lugo y el jefe de servicio de Cardiología del HULA, anunciaba este jueves la ampliación horaria decidida, según subrayó, en base a los datos del registro gallego de infartos agudos de miocardio y a la mejora observada en el tiempo transcurrido hasta la apertura de la arteria desde que en febrero de 2018 la unidad comenzó a funcionar hasta las 22.00 horas. Desde esa fecha y hasta el pasado 31 de diciembre, precisó Almuíña, el 75% de las angioplastias primarias se atendieron en el HULA sin necesidad de desplazar al paciente a otros centros. Hemodinámica 24 horas ha sido una demanda histórica en Lugo (la petición llegó incluso en forma de ILP a la Cámara gallega). La Consellería reconsidera su decisión ahora a la vista de nuevos estudios, si bien, insiste en que la ausencia de este servicio 24 horas no se ha traducido hasta la fecha en mayor mortalidad por infarto en Lugo (el área, apunta, se mantiene por debajo del estándar de mortalidad del 5% establecido por la Sociedad Española de Cardiología). La afirmación fue de nuevo cuestionada desde el PSOE lugués. El secretario provincial, Álvaro Santos, aseguró que en Lugo «murió gente por no tener Hemodinámica 24 horas», y que eso debe «pesar sobre la conciencia del PP» que, «en una posición política arbitraria, condenó» a los lucenses a «no tener la misma asistencia sanitaria» que los habitantes de otras provincias.
De España http://bit.ly/2FPvk1Q
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