Su amigo Gianluigi Buffon va camino de los 41 años y él, a sus 37, continúa siendo una leyenda viva del fútbol. Íker Casillas disfruta de una segunda juventud triunfando en su tercera temporada como guardameta del Oporto, afianzado en lo más alto de la Liga portuguesa con cuatro puntos de ventaja sobre su eterno rival, el Benfica. Solo nueve goles lleva encajados desde el inicio del curso y la forma física del exportero del Real Madrid despierta los elogios de los miles de aficionados que desean su regreso al fútbol español e incluso a la selección española, justo cuando De Gea ha cosechado críticas por su irregularidad. La experiencia de Casillas ha logrado dar un vuelco a la delicada situación que atravesaba solo un año atrás, cuando varias discusiones con su entrenador, Sérgio Conceiçao, lo relegaron a la suplencia y hasta se llegó a especular con una salida del club portugués. El madrileño ejerce ahora como un líder en toda regla, después de haberse plantado el Oporto en los octavos de final de la Champions League (donde se las verá con la Roma), convertido en el equipo con mejores números del continente, por encima de los gigantes europeos. Pasó la fase de grupos con cinco victorias y un empate, es decir, sumó 16 puntos, por 14 del Barcelona y el Bayern Múnich, los siguientes en eficacia. Este éxito del club portugués supone que, de momento, es el equipo que más dinero ha recaudado por jugar en la máxima competición continental. Si tenemos en cuenta que la UEFA incrementó la cuantía de su recompensa y paga 2,7 millones de euros por cada partido ganado, mientras que un empate da derecho a 900.000 euros, las cuentas son claras. El inquilino del Estadio do Dragao ha obtenido ya 62,5 millones de euros, incluidos los 44,5 solo por lograr el acceso directo a comienzos de la temporada y los 9,5 por superar la fase clasificatoria y garantizar su presencia en la ronda de octavos, una fase que permite hacerse con 10,5 millones de euros adicionales al que la supere. Casillas, encantado de vivir a orillas del océano Atlántico, da consistencia entre los palos a una formación solvente, apoyada en una línea de ataque donde destacan Aboubakar, Marega, Soares y Brahimi. Hace solo unos meses que el portero y Sara Carbonero se mudaron de domicilio para instalarse en primera línea de playa de la exclusiva zona de Foz do Douro, muy cerca de Matosinhos. Si han dado prioridad a ese distrito es porque el veterano guardameta encuentra grandes facilidades para el desplazamiento diario en automóvil a la ciudad deportiva portuense, además de ofrecer una notoria calidad de vida a la estilosa pareja. El gran objetivo del Oporto pasa por ganar la Liga y repetir las celebraciones de la temporada pasada, pero quién sabe hasta dónde será capaz de llegar en la Champions. A partir de ahí, la renovación al menos un año más se pondrá sobre la mesa. La afición portuense adora a su ídolo «españolito»..
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