martes, 6 de noviembre de 2018

Superioridad moral e ideológica

Habrá dentro y fuera del PP quien considere que la renuncia de María Dolores de Cospedal a mantenerse en la dirección de su partido es insuficiente después de filtrarse sus conversaciones con el excomisario Villarejo. Habrá quien crea que el PP debería obligarle a abandonar su escaño, olvidando que eso corresponde a una decisión personal y no de partido, puesto que la titularidad del escaño es exclusiva del diputado. Y habrá quien querría ver a Cospedal condenada sumariamente en una plaza pública. Cospedal nunca podrá contentar a todo el mundo. Sin embargo, sea por hartazgo, sea por presiones, por servicio a su partido, por pura soledad, o porque sabía que su tiempo se agotaba, ha hecho algo que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en idénticas condiciones de chantaje, no hizo. Cospedal no ha renunciado a todo… pero sí a algo, por insuficiente que pueda parecer a su izquierda y a su derecha. Delgado, en cambio, no ha renunciado a nada por más que su dignidad profesional y personal quedase seriamente dañada ante la opinión pública. En nuestra democracia, la ejemplaridad política –siempre póstuma o cuando alguien ya ha sido “cazado”- va por barrios. O por ideologías. ¿Es más grave lo filtrado sobre Cospedal que lo conocido de Delgado? Es muy grave todo sin distinciones. Y oscuro. Y sucio. Punto. Pero en idénticas condiciones de ética pública en el ejercicio del poder, hay quien se aparta y hay quien se aferra. La superioridad moral en virtud de criterios ideológicos no debería justificarlo todo. Pero así seguimos.

De España https://ift.tt/2qw5Tsl

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario