En el partido de balonmano de la liga húngara entre el Siofok y el Dunaújvárosi Kohász, la jugadora española Mireya González recibió una tremenda falta antideportiva de una rival cuando estaba a punto de lanzar. González fue empujada y cayó al suelo donde se dio con la cabeza. Permaneció unos instantes atendida en la propia pista hasta que tuvo que se retirada. No pudo seguir jugando. Su rival, Fruzsina Ferenczy, fue sancionada con una exclusión de dos minutos. Ante la agresión, y el castigo, la jugadora española mandó un mensaje para que se castigaran estas acciones como se merecen. «Esto es lo que pasó en el partido. Esta jugadora me empujó desde el costado con tan violencia que ella misma se cayó después. Imaginad por un momento la contusión que me causó. Por supuesto, ya no pude continuar en el partido. Ojalá este tipo de acciones antideportivas fueran castigadas como se merecen y todos pudiéramos jugar nuestro deporte con reglas y sintiéndonos seguros».De Deportes https://ift.tt/2FqqrNl
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