
Los ganaderos de ovino de leche de la Comunidad vuelven a estar en pie de guerra. No es la primera vez que el sector pide ayuda ante la caída de los precios, una situación que les conduce irremediablemente a la crisis y, consecuentemente, al abandono de las explotaciones. De hecho, desde que arrancó el nuevo siglo el número de productores no ha dejado de bajar y, lo que es peor, la tendencia se mantiene, de forma que si en 2015 había en la Comunidad 2.561 ganaderos de ovino de leche, en julio de este año se contabilizaban 315 menos, una cifra que se traduce en que el peso de la región en el conjunto nacional también cae al pasar del 62,3 por ciento al 59,5. Sin embargo, la producción de leche de oveja se ha incrementado, precisamente por las inversiones realizadas por los ganaderos para aumentar su productividad, así que en el último año se alcanzaron los 297 millones de litros, mientras que entre 2015 y 2016 fueron 286. Pero son los bajos precios los que están dando al traste con la rentabilidad de las explotaciones y así lo advierten las organizaciones agrarias que reclaman un gran acuerdo entre productores, distribución e industria para que la cantidad a la que se pague el litro de leche no esté por debajo de los costes de producción. Se trata de una reivindicación histórica que ya se puso sobre la mesa en otras crisis del sector, en 2008 y 2012, pero que, a día de hoy, no ha ido más allá de conseguir que se firmen contratos para la entrega de leche por un año para al menos dar así cierta estabilidad. Contratos anuales En el sector alerta de que de nada sirven los contratos anuales si el precio es bajo, por debajo de los costes de producción y «abusivos», según el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo. De hecho, en 2015 el productor de Castilla y León recibía 0,90 céntimos por cada litro de leche y hoy la media en 2018 es de 0,72. Curiosamente, la media nacional es de 0,77 y en Castilla-La Mancha está en 0,85. Dujo se pregunta cómo es posible que con las mejores explotaciones y teniendo en la Comunidad a las mayores industrias el litro de leche esté hasta quince céntimos por debajo de otras comunidades. «Nos estamos arruinando trabajando», denuncia. Por eso, el responsable de Asaja pide una actuación conjunta del sector cooperativo, organizaciones de productores, Consejería de Agricultura y organizaciones agrarias para «enseñar los dientes a la industria y a la distribución para que dejen de ganar tanto y repartan los beneficios con los ganaderos que son los artífices de este producto». El responsable de la UCCL, Jesús Manuel González Palacín, también califica de «dramática» la situación, lo que ha llevado a que en 2017 un diez por ciento de los ganaderos tuvieran que cerrar su explotación. «Este año llevamos el mismo camino y si la situación se prolonga en 2019 un 30 por ciento de las explotaciones no van a poder aguantar unos precios que han provocado pérdidas de 80 millones de euros en los tres últimos años». Palacín insiste en que la Junta tiene que tutelar un gran acuerdo para salvar al sector, en que no vale con los contratos para un año y recuerda que cinco grandes industrias compran más del 60 por ciento de leche que se produce en la Comunidad. «Trabajamos todo el año para tener rendimientos por debajo del coste sin poder llegar a cubrir gastos» Cristina Bayón llegó a la ganadería por vocación después de dejar sus estudios de Magisterio y empezar con una explotación de cabras para convertirse en una de las primeras ganaderas de España. Hace cuatro años se volcó en las ovejas, también sola, aunque finalmente se sumó a la empresa su marido, de forma que actualmente llevan juntos la producción de 500 cabezas. Asegura sentirse a gusto con lo que hace «porque yo fijo mis horarios, fijo casi todo menos el sueldo porque dependo de las industrias lácteas y ese es el problema». De hecho, se queja de que «trabajamos todo el año para tener rendimientos por debajo del coste sin poder llegar a cubrir gastos». Ante esta situación, Cristina no se muestra muy optimista porque «nos manifestamos día tras día pero ésto no parece que vaya a cambiar», por lo que reclama a la Junta que siente a la industria y los ganaderos y haga de mediadora «o vamos a desaparecer todas las explotaciones». Esta leonesa recuerda que en su sector se trabajan los 365 días del año y para eso tiene que haber unas garantías. La caída de los precios la evidencia en que por la leche que produce y entrega a una cooperativa recibe actualmente 77 céntimos por litro, aunque ha llegado a cobrar más de 90. Pero a pesar de todo, Cristina Bayón no se plantea abandonar. «Habiendo escogido dedicarme a ésto es difícil que abandone», reflexiona. Reconoce que el trabajo le gusta y que no es fácil poder dedicarte a algo que te reconforta pero sí advierte de que la gente que se quiera incorporar al sector «lo tiene muy difícil porque son muchísimas las inversiones que hay que hacer y el rendimiento no te da para cubrir nada». Por eso, lamenta que «o los productos básicos y de primera necesidad repuntan y se hacen un sitio con un precio real, que hoy no lo es, o es una profesión un poco en desuso»
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