Javier Fernández confirmó en el acto conmemorativo de los 40 años de la Constitución que organizó ayer ABC lo que llevaba tiempo dejando entrever: «Tengo que pensar en el nivel de competición porque mi cuerpo o mi mente ya no llega... Tengo que aceptarlo». En 2019, después de disputar el Europeo, colgará los patines. Pondrá fin entonces a una trayectoria plagada de éxitos y dejará un valioso legado al patinaje artístico español: «Lo que ha hecho Javi es una labor fundamental para la repercusión que tiene el patinaje artístico sobre hielo en España. Es un hito. Hay muchos jóvenes que le siguen y que quieren patinar por él», cuenta Marta Olozagarre, expatinadora y actual jueza ISU. Pero antes de su adiós competitivo, le queda un reto por conseguir. Tras centenares de saltos y piruetas, Javier Fernández peleará por su séptimo europeo consecutivo en Minsk en el mes de enero. Después de esta cita se retirará, pero advierte: «Dejaré de competir, no de patinar». Sobre la vida después de la competición, asegura que hay que «cuidar» que los deportistas «no estén solos». «Creo que es complicado, pero necesita estudiarse», añade. En su caso, lo tiene claro: su futuro estará ligado al hielo. «El patinaje me lo ha dado todo. Es mi profesión y quiero que también sea mi futuro. Quiero seguir aportando, no como un competidor, pero sí como una persona dedicada al deporte», confiesa. El impulso de Javi A sus 27 años, la figura de Javier Fernández ocupa un lugar privilegiado en el imaginario deportivo de los españoles. Sus éxitos no se han quedado en la pista, sino que han traspasado estos escenarios. El patinaje artístico sobre hielo es en la actualidad uno de los deportes más seguidos por televisión, y es, en gran parte, por él: «Gracias a Javi este deporte ha crecido. Hay muchos más aficionados y más interesados en practicarlo. Además, aunque somos una federación pequeña, gracias a él nos han dado más subvenciones porque teníamos a un campeón de Europa y del Mundo. Esto ha beneficiado a todo el deporte», cuenta Olozagarre. Con cada victoria por el mundo, que no han sido pocas, ha paseado la bandera de su país. El patinador ha sido, como otros deportistas, un valor inmejorable de la «marca España». Y es consciente de la responsabilidad que eso conlleva: «Somos escaparate de una bandera, de un país, de la gente y de las tradiciones», apuntala el deportista. «Si yo voy a una competición como deportista, y voy representando a un país y no estoy orgulloso de mi bandera, que realmente significa mi país, mi gente, mis tradiciones, mi comida... Todo. Si no estoy orgulloso de eso... No te da la misma satisfacción cuando ganas. A mí si viene otro país y me pide que patine para ellos, me dice que me da todas las facilidades que quiera, yo digo que no. Creo que ser campeón del mundo representando a equis país, no es lo mismo que ser campeón del mundo representando a España», asegura. Como con la Fórmula 1 y Fernando Alonso, el patinaje artístico sobre hielo no se entiende en España sin la figura de Javier Fernández. Tal es la trascendencia de lo logrado por el madrileño que es difícil imaginar este deporte tras su retirada. En la federación son conscientes del vacío que dejará, aunque se muestran optimistas con el futuro: «Hay muchos clubes y una buena cantera»;aunque advierten: «Es un deporte muy sacrificado. Es una trayectoria bastante larga y hay que ayudar a los jóvenes porque es muy costoso. Tenemos que hacer que sigan llegando las subvenciones, al patinaje y a otros deportes». El Campeonato Europeo de enero en Minsk será la última cita en la que los aficionados podrán deleitarse con el desafío de volver a ver a Javier Fernández salir campeón. De hacerlo, el español engordaría aún más un palmarés ya de por sí admirable. Después de seis europeos, dos mundiales y una medalla de bronce olímpica, el final de la carrera del mejor patinador de la historia de España se acerca. Sus éxitos han servido, además, para allanar el futuro del patinaje. Por todo esto, tiene desde hace tiempo un lugar reservado en el deporte nacional: «Javi es Javi. Es único», sentencia Olozagarre. La vida después de la alta competición Incluso las figuras más grandes del deporte tienen que decir adiós en algún momento. El último en poner fecha a su retirada ha sido Javier Fernández. Tras toda una vida dedicada de pleno a la alta competición, afrontará en enero, como tantos otros antes, el reto de qué hacer cuando se pone fin a una carrera: «La cuestión es que los deportistas no se encuentren solos y puedan seguir evolucionando». Además, ayer quiso incidir en la importancia de cuidar a estas figuras: «Es fundamental porque han estado compitiendo y entrenando durante años, han estado intentando llevar el nombre de nuestro país por el mundo». Por el momento, el patinador disfruta de su gira por España con su espectáculo «Revolution on ice». «Hay Javier Fernández para rato, y aunque deje de competir, no dejaré de patinar». La expatinadora Marta Olozagarre, quien también vivió algo parecido, asegura que «hay garantías para los deportistas que se retiran». En su opinión, la retirada de Javi se producirá en un momento razonable: «Aguantar hasta los 25 o 27 años es lo óptimo. Las nuevas generaciones vienen apretando muy fuerte y cada vez es más difícil competir».
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