miércoles, 14 de agosto de 2024

El Madrid de Mbappé y Vinicius ya gana títulos

Un Real Madrid con Benzema y sin Kroos va a seguir siendo un gran equipo de fútbol, pero eso no quiere decir que lo tenga que ser ya, a mediados de agosto, o que vaya a gustar tanto como antes. Eso dependerá del color del cristal con el que cada aficionado madridista vea a su equipo, pero las primeras señales que dejó el estreno blanco, aparte de un nuevo título ( la sexta Supercopa de Europa, el que más ), es que va sobrado de imaginación y creatividad en el ataque, y eso mismo es lo que le falta en el centro del campo. Ni Tchouaméni ni Valverde, aunque lleve el '8' y se haya pintado el pelo de rubio pollo, son Kroos. El francés regaló tres balones en la primera mitad en plena salida de balón, los mismos que el alemán en sus diez años de blanco. En una temporada en la que está obligado a dar un paso adelante, Aurélien comienza con uno hacia atrás. Ancelotti probó cosas extrañas . Bueno, la pretemporada está para eso, aunque en Varsovia se levantara un trofeo. Courtois utilizó más de una decena de ocasiones el recurso del balón en largo, obviando el juego elaborado desde área propia, pero este Madrid no tiene jugadores para bajar pelotas del cielo. Ni Thibaut tiene un guante de sea en su pierna izquierda, por mucho que su juego de pies sea notable. Otros 'inventos' de Carletto fueron que Vinicius bajara a la zona de '5' a recibir el balón para comenzar a construir la jugada y que Rudiger abandonara su zona de la defensa y fuera un centrocampista más. Eso también lo hizo Carvajal en alguna ocasión. Una 'Guardiolada' que veremos si tiene continuidad en el tiempo. No tiene pinta. Nada de todo esto sirvió para que el equipo le diera al botón en la primera mitad. Ni un disparo a puerta. Solo el larguero de Rodrygo, ya en el 46 , en el primer minuto de añadido, para llevarse a la boca. El resto del tiempo, encefalograma plano, con Mbappé en modo Eurocopa. Se movió, principalmente, por la zona del '9', pero las pocas veces en las que pudo correr se notó que solo llevaba siete entrenamientos y 28 días de vacaciones. Imposible pedirle punta de velocidad. Ni uno contra uno. El mejor Mbappé llegará, pero no en agosto. Ni, seguramente, en septiembre, pero es tan bueno que hasta en un partido discreto fue capaz de marcar la diferencia. Fue un primer acto cómodo para el Atalanta. Apenas sufría y las pocas veces que se asomaba por el área de Courtois lograba llegar a línea de fondo y generar zozobra. Como en el 25, en un centro de De Roon que despejó Militao hacia el larguero de la portería blanca. Susto que también dio el equipo italiano nada más comenzar la segunda mitad. Otro balón regalado por Tchouaméni, lo puso De Roon en la cabeza de Pasalic y el croata no lo introdujo en la portería por el milagro de cada día de Courtois . Paradón a mano cambiada. Fue el pistoletazo de salida de una segunda mitad totalmente distinta a lo visto antes del descanso. El partido se rompió y aquello pasó de telefilme de fin de semana en Antena 3 a una película de tiros. Y cuando hay que sacar las pistolas, no hay francotiradores como Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. En el 59, Vini, el mejor del Madrid , como casi siempre, se sacó de la nada una jugada por la izquierda, visitó la línea de fondo y la puso al segundo palo para que Valverde empujara la pelota a la red. 1-0. Un minuto después, Bellingham le puso un balón al espacio a Vinicius, que en su línea recta hacia Musso tuvo la mala suerte de golpear el balón justo cuando este le botó en la conducción. Disparo a media altura que el portero argentino mandó a la esquina. El partido se había roto por completo y ahí, Jude, no tiene defensa . El inglés estuvo cerca del 2-0 en un par de ocasiones: un disparo con la zurda que encontró a Musso como respuesta y otro con la izquierda que sacó en la raya de gol el guardameta sudamericano. Musso sostuvo al Atalanta hasta donde pudo, pero el segundo era cuestión de tiempo. Y ese tiempo fue el minuto 68. A las 22.25 horas del 14 de agosto de 2024, Mbappé marcó su primer gol como madridista . Polución nocturna en el Nacional de Varsovia. El tanto lo cocinaron Rodrygo, en la recuperación, y Vinicius en la conducción. Su centro hacia Kylian se fue algo largo, pero lo recogió en el segundo palo Bellingham, levantó la cabeza y buscó de nuevo a Mbappé. Esta vez sí. De primeras, con la derecha y a la escuadra. Lo celebró con su característico cruce de brazos. El brasileño le secundó. Ha nacido el Madrid de Mbappé y Vinicius .

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