miércoles, 20 de septiembre de 2023

Joao Félix golea y brilla contra Simeone

Para los aficionados del Atlético , la última semana está siendo una tortura. Mientras su equipo era arrasado el fin de semana por un Valencia adolescente y, posteriormente, sorprendido en su estreno europeo por la Lazio, empate a uno logrado en el descuento por el portero de los italianos , Joao Félix , el apestado de Simeone, daba rienda suelta a su espectacular fútbol en sus primeros partidos como jugador del Barcelona. Nada que ver las formas ni el compromiso del delantero portugués con su estancia en el Metropolitano , un alegre colibrí encerrado en una jaula perpetua, liberado ahora sobre el césped catalán y muy bien dirigido por Xavi . Al técnico solo le han hecho falta unos pocos entrenamientos para darse cuenta de que, ahora, tiene en sus manos un talento que puede llevar al Barça a una dimensión superior, a un lugar al que pensaba que no podía llegar. Un escenario muy diferente al vivido bajo el mando de Simeone , que no confiaba en su despliegue defensivo pese a su capacidad para decantar un partido con sus destellos, que perjudicaba o pretendía corregir con sus instrucciones. La situación creó un ambiente irrespirable en el vestuario rojiblanco. Y el luso derivó en niñato, por sus gestos, su enfado continuo y su mensaje final echándose a la hinchada encima. Malas caras y cicatrices que aún perduran pues, cada vez que Félix anota, mira a la cámara y se encoge de hombros, un «esto ha sido todo, amigos» o «lo que te estás perdiendo». Cuando el luso anota, no solo lo hace por su nuevo equipo, también le manda un disparo contra Simeone. Noticia Relacionada Fútbol estandar No Los ultras fuerzan la marcha de Marcelino: punto y final a su etapa en el Marsella ABC El club francés ha confirmado la salida del entrenador asturiano Tres goles y dos asistencias (la dejada que le hace a Lewandowski ante el Betis, por mucho que no le guste a los rigurosos, es una asistencia) en tres partidos han sido sus números de presentación ante la parroquia azulgrana, totalmente entregada al astro luso, tanto que ya se permite el lujo de corear su nombre durante los encuentros en Montjuic . Algunos de bella factura, como el que anotó a los sevillanos tras regatear de forma imprevisible al guardameta, y otros de pura fe, como el cabezazo ante el Amberes . Sin embargo, su encaje en el Barcelona se ve más allá de las estadísticas. Gundogan y De Jong entregan el cuero sin miedo y se permiten ser más creativos , más incisivos y coger altura en el campo para hilar bellas construcciones. Gavi, que hasta la fecha había actuado más como mediapunta, ha despejado la zona para el portugués y se ha ido a la medular, donde puede desplegar su impresionante físico y ser partícipe en la construcción del juego. Y Lewandowski , por supuesto. El polaco es el que más está disfrutando de la llegada de Félix , centrado en el remate y no en el juego de espaldas. El delantero había comenzado la temporada con dos tantos en cuatro partidos. Desde que es escoltado por Félix desde el inicio, dos en dos duelos. «Le he dicho que disfrute, que se divierta, que cuanto más fácil juegue más goles va a marcar. Creo que se lo está pasando bien», afirmaba Xavi tras la exhibición del delantero ante el Amberes . Mensajes opuestos a los que escuchaba de su anterior jefe, que le obligaba a actuar en posiciones distantes de las suyas, a jugar contra sus características y a vivir la mayor parte de los minutos en el banquillo. Xavi, encandilado   «No quiero entrar en cómo estaba allí, no me conviene. Le daremos todo el cariño, cualquier ayuda para que se sienta bien. Tiene un talento extraordinario. Depende del rendimiento, pero creemos que nos puede dar muchísimo. Estoy ilusionado», reconocía el técnico catalán, que en un principio no estaba muy convencido de la llegada del jugador pero que, ahora, como el resto de barcelonistas, vibra cada vez que Félix amarra el esférico cerca de la portería rival. Le ha encontrado un sitio que lo potencia a él y el acoplamiento con sus compañeros. No es Félix un jugador que haga un partido redondo, que de cabo a rabo lleve el peso del equipo y que no cometa errores. De hecho, muchas veces le pueden las prisas o las ganas de impresionar a la grada. Una realidad tan cierta como que, cuando tiene un chispazo, el partido cambia, espectacular su determinación cuando el balón se acerca al área. No sabemos si Félix llegará a ser el jugador que pensaba el Atlético cuando pagó 120 millones por él al Benfica. Pero, sin duda, el portugués, tras varios años frustrado y con el ceño fruncido, vuelve a disfrutar del fútbol. Para bien del Barcelona y mal de Simeone.

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