domingo, 20 de agosto de 2023

Djokovic se la devuelve a Alcaraz

PESTAÑA alcaraz-djokovic-final-cincinnati-2023 Crónica 4 Lo hizo en Wimbledon pero en Cincinnati, Djokovic ejecutó su venganza. El serbio se impuso en la final del Masters 1.000 de Cincinnati a Alcaraz . El español comenzó el duelo a un gran nivel y se llevó el primer set pero, el balcánico, paso a paso, ocultando su fatiga y sentimientos, acabó llevándose el duelo en el plano metal. Un episodio más de una rivalidad que va camino de convertirse en leyenda. El Masters 1.000 de Cincinnati , torneo satélite del US Open, decidió reunir en su final reunir lo que ya es un clásico moderno, un Alcaraz-Djokovic, el cuarto enfrentamiento entre español y serbio. Admiración y recelo entre ambos, pues Novak ha encontrado a un tenista que le alegre sus últimos años de corto, mientras que Carlos tienen a toda una deidad enfrente para medir su grandeza. Máxima igualdad en los primeros juegos, dos para cada uno cuando llegó el quinto del primer set, momento en el que Alcaraz empezó a soltar la muñeca con más intención, ya superada la guerra fría que marca los primeros instantes de toda final. Era Djokovic quien llevaba el timón, seguro el balcánico salvo algún que otro fallo no forzado, pero siempre con Alcaraz preparado por si tenía que acometer una maniobra de abordaje. Quiso cortar en seco esa dinámica Novak, consciente de que si uno se puede distanciar de Alcaraz lo antes posible, debe hacerlo. La dentellada del murciano siempre llega y es mejor que te coja preparado. Y efectivamente, llegó. Break en el séptimo juego y el mango de la sartén paso a la mano del español. Con las espadas por todo lo alto, golpe a golpe, Alcaraz consiguió ir arrinconado a su rival, preparando el primer set para un épico final, una dejada, su movimiento fetiche. Grito al cielo y la primera manga en el bolsillo, El golpe debió ser duro para el serbio, porque los primeros juegos del segundo set fueron de difícil digestión para él. Incluso necesitó de asistencia médica, sofocado como nunca Djokovic, preso de un aparente golpe de calor. Consiguió enganchar algún que otro golpe de campeón, de pura sangre, pero poco a poco se desangraba. Alcaraz mutaba entre muro y espada, según cuando era necesario, y Djokovic, pese al serio rostro que le caracteriza, no encontraba la respuesta a cómo hacer tambalearse al español. Renacer de Djokovic La frialdad de Djokovic es legendaria, y aun con el chaparrón que le estaba cayendo conseguía no mostrar sus sentimientos ni su fatiga a Alcaraz. En el deporte la veteranía da puntos y, cuando el serbio estaba en el acantilado, supo devolver los goles al murciano, como un espadachín que no se inmuta al desviar las estocadas de su enemigo. Esa actitud, que seguramente acabe siendo sujeto de estudio, hizo dudar en algún momento a Alcaraz, que comenzó a soltar algún golpe a destiempo y a generarle alguna que otra mueca en la cara. Necesitaba de su mejor versión para finiquitar la final en el segundo set, por de prolongarse al tercero, la victoria ni mucho menos era clara. En un instante, el marcador marcaba un cuatro iguales. Se confirmaron los peores presagios y el serbio sumó el quinto, renacido como un ave fénix y con el público estadounidense rendido a sus pies. No supo salir de la trampa Alcaraz y no consiguió sumar ningún punto en el sexto, aunque si lanzó un último relámpago de orgullo para llevar la batalla al tie break, una muerte súbita en toda regla. «Tú vales para este momento», le gritaba Ferrero a al número uno del mundo. El intercambio fue maravilloso, con Djokovic mandando hasta estar a punto de llevarse el set y con Alcaraz a rebufo, negándole cualquier facilidad para llevar a cabo su propósito. El desfiladero se estrechó tanto que resultaba asfixiante, 7-7 en el marcador, finiquitado finalmente de forma magistral por el serbio, que tomó la vida extra con gusto y merecimiento. Con el viento a favor y con las energías renovadas, Djokovic remató la faena ante un Alcaraz frustrado e hipnotizado en el plano mental, donde el serbio es un maestro y donde al español aun le queda un par de trucos que memorizar. Luchó hasta el final el de El Palmar, salió a relucir la mentalidad de toro que dice Djokovic que tenemos los españoles, devolviendo bolas de partido a diestro y siniestro, pero finalmente la victoria fue para el serbio.

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