sábado, 17 de junio de 2023

El Alavés regresa a Primera en un mar de agonía

PESTAÑA levante-alaves-final-ascenso22-23 Crónica 4 Tomaron caminos paralelos tras sus sendos descensos en el estío pasado, construyeron equipos ásperos, exentos de complejos para sobrevivir cada domingo en la inexplicable Segunda división, sufrieron y ganaron mucho, perdieron demasiado poco abrazando un fútbol estoico, se arrodillaron en la orilla del ascenso directo tras 42 largos partidos y volvieron a ilusionarse en un playoff que hizo justicia a la clasificación liguera. Pero en el último capítulo de este cuento, en la siempre novelesca realidad, fueron los visitantes los únicos que este sábado conocieron la felicidad plena; esa que a veces invade al hombre cuando se sobrepone al peso de las expectativas. Un año después de marcharse, el Alavés vuelve a ser de Primera . Lejos de la costumbre, cuando en los días decisivos los nervios retrasan el florecimiento del fútbol, la vuelta de la final de las eliminatorias por el ascenso comenzó frenética. El 0-0 de la ida obligaba al Alavés a buscar con un poco más de ahínco el gol –fue cuarto en Liga y el Levante tercero, por lo tanto, en caso de empate al fin de la prórroga, los de Valencia salían victoriosos–. Villalibre , en este oasis de goles y sonrisas en su cesión en Álava, avisó primero tras un barullo en el área local; Luis Rioja , un jugador realmente de Primera, y Alkain eran dos diablos por ambas bandas; Miguel de la Fuente maridaba bellamente con el juego en corto de su medular... Los de Luis García acariciaban el gol en un Ciudad de Valencia que, tras el ruido inicial, aguantaba el temporal en silencio. El Levante estaba aturdido, tenso, e irascible, pero, en el cenit de su desgracia, el talento le acompañó hacia la serenidad. Media hora había pasado cuando al fin la calidad de hombres como Brugué , De Frutos , Pepelu o Montiel empujaron a su equipo hacia el intercambio de golpes. Asimismo, fue en ese preciso instante cuando gozó de su primera y única ocasión hasta el momento mediante un cabezazo de Bouldini que no encontró la portería. Con este mínimo atisbo de peligro, el bonito estadio granota recuperaba el ánimo. El juego entró en una fase eléctrica donde el gol sonaba como ese arroyo al que escuchas, intuyes su cercanía, pero no eres capaz de ver. Entretanto, Femenías paraba lo imposible a Miguel y Rioja confirmando que el Alavés merecía más también en el segundo tiempo. La situación desesperaba a Calleja, que, harto del error, mandó al banco a su pareja de delanteros e introdujo al gigante Wesley y al inagotable Roberto Soldado . Fue una decisión sabia: el Levante al fin asustaba al valiente equipo vasco. Los centros laterales llovían el área de Sivera y ambos arietes, uno por fuerte y el otro por inteligente, remataban sin fortuna todo balón que les caía. Noticia Relacionada Fútbol estandar No Levante - Alavés, estadísticas de la final por el ascenso Todos los números y datos del encuentro de la final del playoff por el ascenso a Primera división entre Levante - Alavés A pesar de sus rumores, la pelota jamás tocó la red y la prórroga fue inevitable. El 0-0 aún reinaba en el marcador y el equipo local se abrazó a él como un náufrago a un salvavidas. Sin embargo, en el último segundo, una mano evidente de Rober Pier dentro del área detonaba la tragedia en Valencia. Era el minuto 128, Villalibre miraba a Femenías, ponía el balón en el punto de penalti y, por bajo, con una calma inverosímil, conducía al Alavés a un ascenso apoteósico.

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