miércoles, 6 de marzo de 2019

El adelanto electoral de Ximo Puig desactiva leyes incómodas

El adelanto de las elecciones en la Comunidad Valenciana impuesto por Ximo Puig en contra de sus socios de Compromís para unirlas a las generales del 28 de abril cuenta con una importante derivada legislativa y parlamentaria. Las Cortes quedaron ayer disueltas mediante decreto y volverán a constituirse el 16 de mayo con no pocas cuestiones pendientes. Entre ellas, leyes, iniciativas o comisiones de investigación que ahora quedan en el aire y que resultaban molestas para los socios del Gobierno autonómico. La principal es la comisión sobre la presunta financiación irregular de PSPV y Bloc. Creada el pasado septiembre y marcada inicialmente por las ausencias de los comparecientes, han pasado por ella decenas de cargos y excargos de ambos partidos o personas relacionadas con la empresa Crespo Gomar. Según la instrucción judicial llevada a cabo en Valencia, que no pudo seguir adelante al estar el presunto delito electoral prescrito, esta agencia de comunicación podría haber realizado servicios a las formaciones de cara a las elecciones de 2007 de cuyo pago se habrían hecho cargo terceras empresas mediante la confección de facturas falsas. A lo largo de las sesiones celebradas en las Cortes, tanto PSPV como Compromís han tratado de desmontar toda la investigación judicial y policial llegando a insistir en que se trataba de un montaje y negando los hechos. La última en ser llamada este mismo lunes fue la presidenta del PSOE y exministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. A partir de ahora no habrá más comparecientes y el dictamen nunca llegará (aunque desde Podemos señalan que elaborarán igualmente su parte). Otras de las conclusiones más importantes que tampoco verán la luz son las de las comisiones de Taula -que investiga una supuesta financiación irregular del PP y a la que estaba llamado el portavoz popular en el Parlamento Europeo Esteban González Pons- o una parte de las de la gestión de Feria Valencia. También en comisiones, pero permanentes, quedaban algunas citaciones de relevancia. Era el caso de la de la directora de la televisión valenciana À Punt, Empar Marco, para explicar la gestión del ente; o la del conseller de Educación, Vicent Marzà, para dar cuenta, a petición de Podemos, del plan de eliminación de barracones escolares -una de las grandes promesas incumplidas del Gobierno valenciano-. Se salva de un importante «trago», asimismo, el presidente de las Cortes, Enric Morera (Compromís), de quien Ciudadanos pidió la reprobación. Las causas eran su apoyo público y manifiesto a los políticos independentistas y haber «imputado un delito de odio» a Toni Cantó por unas declaraciones en las que criticaba el «sectarismo» de la televisión valenciana y el «catalanismo» de Compromís. Morera pretendía tramitar su reprobación y participar en el debate parlamentario, pero Ciudadanos nunca llegó a exigir que se introdujera en un pleno. Leyes conflictivas En cuanto a las leyes, la mayoría de las que quedan fuera son «casualmente» propuestas por Podemos. Ocurre con la de vaciado de las diputaciones; la de expresidentes (para que éstos contaran con menos «privilegios» de los que tienen); o la de prevención de residuos y economía circular, sobre la que los empresarios valencianos se opusieron frontalmente y los partidos acabaron cediendo. Todas estas normas han generado conflicto entre las formaciones que sustentan el Ejecutivo autonómico -especialmente por la presión desde Podemos- y, aunque podrían haber salido adelante, el debate habría sido intenso. Quedan fuera, del mismo modo, dos iniciativas que, pese a lo complicado de que acabaran teniendo luz verde, resultan relevantes por partir de la oposición. De un lado, la ley de supresión de los aforamientos para los diputados (impulsada por Ciudadanos) y, de otro, la reforma de la participación institucional (defendida por el PP) para retirar las subvenciones directas a sindicatos y patronal, y repartirlas mediante concurrencia competitiva. El líder de los morados, Antonio Estañ, consideró ayer que ha habido «falta de voluntad y aplazamiento» de determinadas normas, y pidió una reunión con sus socios del PSPV y Compromís para tratar estas cuestiones pendientes y estudiar si alguna podría llevarse mediante decreto a la diputación permanente del Parlamento autonómico. Compromís advirtió de que «duda» que sea posible resolverlo. Las reacciones al anticipo de comicios Podemos El pasado viernes, Ximo Puig mantuvo una reunión con Podemos para comunicarle la posibilidad de un adelanto electoral. El contenido y las posiciones del encuentro difieren según quién lo relate. El líder de los morados, Antonio Estañ, manifestó ayer que los motivos del anticipo «son complicados de justificar». Un «ni sí ni no» que minutos después trató de contrarrestar el portavoz socialista en las Cortes, Manolo Mata. «Estuve en esa reunión. Hay cuestiones de interés que no puedo contar, pero la decisión jamás se hubiera tomado con la hostilidad de Podemos y Esquerra Unida. Manifestaron su comprensión a una responsabilidad del president», afirmó, queriendo remarcar que dos de los tres socios del Pacto del Botánico eran favorables al anticipo, lo que no dejaba en muy buen lugar a Podemos. El debate se trasladó posteriormente a redes sociales, donde Estañ insitió en que «en ningún caso estaban a favor» y que pidieron a los socialistas cumplir con los compromisos. Compromís Si Mónica Oltra no quiso calificar de «desleal» a Puig el lunes, ayer el portavoz de Compromís en el Parlamento autonómico, Fran Ferri, sí se atrevió. Además, admitió que la «escenificación» del adelanto electoral no gustó a nadie, «pero ya forma parte del pasado». Ferri aprovechó y tuvo palabras para Podemos. «Sorprende que no se hayan plantado ante el adelanto electoral y un día después pidan que se aprueben cuestiones que se podrían haber aprobado si no se hubieran adelantado las elecciones», indicó.

De España https://ift.tt/2UmKJKN

Related Posts:

0 comentarios:

Publicar un comentario