
Los datos de la Organización Internacional para las Migraciones sobre la evolución de los flujos migratorios irregulares hacia Europa en el primer mes de 2019 confirman la alarmante tendencia de crecimiento del número de llegadas a España a través de la ruta del Mediterráneo Occidental. El comienzo del año 2019 refleja con nitidez el empeoramiento de una tendencia constatada en 2018 según la cual las costas españolas se han convertido en la principal vía de entrada irregular a Europa, lo que muestra una inequívoca imagen de vulnerabilidad de nuestras fronteras. Los datos de la OIM a 31 de enero de 2019 muestran que este mes han llegado a España 4.031 inmigrantes irregulares, lo que supone un 64% del conjunto de la Unión Europea y una preocupante evolución con respecto a enero de 2018, fecha en que se contabilizaron 2.182 entradas. Si comparamos con las cifras de Italia en este primer mes (202) o de Grecia (1.839) se confirma una muy preocupante tendencia que se fue trazando a lo largo del año 2018, en el que nuestro país alcanzó la cifra total de 65.325 llegadas irregulares. Estos datos muestran la evolución que el fenómeno de la inmigración irregular ha tenido en nuestro país si tomamos la perspectiva de los últimos cinco años, pues conviene recordar que en 2014 el número total de entradas en España fue de 4.552. En aquellas fechas España podía considerarse en la Unión Europea como un ejemplo de eficaz e intensa colaboración con los países de origen y tránsito, especialmente Marruecos, Senegal y Mauritania y, por tanto, como una frontera marítima razonablemente segura, en comparación con otros países europeos. Frontex advertía ya de cambios en el modus operandi de las mafias de la inmigración en 2018 El análisis de riesgos que la agencia Frontex realizó para el año 2018 advertía ya de cambios en el modus operandi de las mafias de la inmigración y del previsible descenso de los flujos a través de las rutas del Mediterráneo central y oriental, al tiempo que situaba el nuevo foco de preocupación en la ruta que conduce a las costas españolas. Este escenario sitúa la inmigración irregular como uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestro país y exige con urgencia una política pública integral, despojada de balbuceos, rectificaciones y ocurrencias oportunistas. El Gobierno de Pedro Sánchez encaró el reto migratorio con decisiones efectistas y anuncios improvisados, que después se han visto desmentidos y que, desde luego, no han introducido ninguna mejora en la definición y ejecución de una política de Estado en materia migratoria, sino todo lo contrario. La frivolidad, la descoordinación y la rectificación constante son los peores ingredientes para construir una respuesta sólida frente al fenómeno de la inmigración irregular, que debería basarse en el más amplio consenso interno y en la mayor implicación de la Unión Europea, para ser capaz de integrar el necesario componente humanitario con la elemental exigencia de seguridad de nuestras fronteras y con una lucha sin cuartel contra las organizaciones criminales que se lucran del drama de los más vulnerables. *Francisco Martínez Vázquez es diputado por Madrid y fue secretario de Estado de Seguridad
De España http://bit.ly/2DP9MjR
0 comentarios:
Publicar un comentario