Bélgica, la máquina de fútbol y goles

Desde hace tiempo que se hablaba de la nueva generación de futbolistas y del gran potencial de Bélgica. Hasta el presente Mundial, las esperanzas puestas en el combinado europeo se diluían a medida que se estancaban en los torneos internacionales. Pero llegó el momento que todos esperaban. Los belgas aterrizaban en Rusia con una escuadra integrada por estrellas que militan en algunos de los mejores equipos del mundo. Los Lukaku, De Bruyne, Hazard y compañía se ponían a las órdenes de Roberto Martínez, un técnico que ha encajado las piezas y ha implementado una clara idea de juego con la que devolver la ilusión a los aficionados que tanta confianza depositaron en su equipo. El debut ante Panamá fue tan solo el aperitivo de lo que iban a hacer los «diablos rojos» en el resto del campeonato. Atacar, atacar y atacar. Contra los «canaleros», los belgas vencieron por 3-0, aunque el resultado pudo ser mucho mayor debido a las múltiples ocasiones que dispusieron. Contra Túnez, sí plasmaron ese dominio y la capacidad goleadora que atesora su delantera. Los africanos, a pesar de mostrarse competitivos, no pudieron hacer nada ante la artillería belga y recibieron un contundente 5-2 con dobletes de Lukaku y Hazard y otro tanto de Batshuayi, que pudo anotar más. En el partido por la lucha del primer puesto de grupo ante Inglaterra y que acaparó la expectación se vio la versión más suave de los hombres de Martínez. Ambos combinados estaban en la siguiente ronda y la incógnita era saber quién se dejaría ganar para avanzar por el lado «fácil» del cuadro mundialista. El choque, que no destacó por su nivel de intensidad, se lo llevó Bélgica por 0-1. Garra y seriedad Ante Japón quedó demostrado que los diablos rojos tienen capacidad de reacción. El equipo nipón, que en principio era un rival «sencillo», sorprendió y puso a prueba el corazón y la garra belga. Con un 0-2 en contra, los europeos tiraron de orgullo y pundonor y consiguieron darle la vuelta a un resultado adverso en el último suspiro gracias a un contraataque perfecto que ponía el 3-2 final. La prueba de fuego se presentaba contra la eterna favorita. Brasil figuraba como la preferida por las casas de apuestas para llevarse el Mundial. No obstante, Bélgica puso fin al sueño de la «canarinha» de Neymar de ganar su sexta Copa del Mundo. Gracias a los goles de Fernandinho en propia puerta y de De Bruyne, y a la seriedad belga para aguantar el empuje brasileño tras el gol de Coutinho, la escuadra centroeuropea se ha plantado en unas semifinales que no alcanzan desde 1986. Con todo ello, Bélgica es la semifinalista con más goles marcados en el Mundial, con 14 dianas, cuatro de ellas anotadas por un Lukaku en estado de gracia. Hazard, con dos goles y dos asistencias, se echa al equipo a la espalda y parece un jugador imparable cada vez que arranca en carrea. Las rápidas transiciones, un fútbol directo y la verticalidad hacen que a esta selección belga se la pueda tomar como a una seria candidata a estar en Moscú el 15 de julio.

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