
Hubo algún punto durante las últimas semanas en el que, entre llamadas y reuniones fallidas, PSOE y Podemos abandonaron la negociación para entrar en la enlozada pugna por liderar la narrativa y despejar las culpas. Palmarios sus desacuerdos y diferencias sobre qué modelo de Gobierno habría que elaborar, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias entraron en la guerra del relato para convencer al electorado de que si se tumba la investidura la culpa es del contrario porque «no ha cedido». A diez días de la sesión de investidura –arranca el lunes 22– y sin atisbos de acuerdo, Podemos elevó la presión, y activó ayer la consulta a sus inscritos para que se pronuncien sobre la postura que deben mantener con Pedro Sánchez. Como estipulan los estatutos del partido, serán las bases las que decidan el sentido del voto de los diputados de Podemos mediante una pregunta «teledirigida» que solo permite elegir entre el Gobierno de coalición que demanda Iglesias o el de cooperación que propone Sánchez. La consulta telemática se habilitó ayer y los militantes activos (en torno a los 200.000 que han tenido actividad los últimos doce meses) podrán opinar hasta el próximo jueves, lo más cerca posible a la sesión de investidura. Desde la noche electoral del 28-A, la cúpula de Podemos ha estado agitando la «necesidad» de entrar en el Consejo de Ministros para ser la «garantía» de que se cumplen las medidas sociales pactadas. Iglesias y el resto de dirigentes del partido morado llevan semanas alentando a sus inscritos y la consulta va orientada a legitimar esa posición de la cúpula. La portavoz del partido, Noelia Vera, consideró ayer que las opciones son «claras, transparentes y honestas» y reflejan no «rumores», sino lo que se ha hablado «directamente» con el propio Sánchez y con los dirigentes del PSOE. Un segundo intento en septiembre Sin embargo, en las opciones no se registra una respuesta en la que no se acepte a Sánchez como candidato a ser investido ni tampoco se pregunta si los inscritos aceptan la última oferta socialista de introducir perfiles técnicos de Podemos en el Consejo de Ministros. Precisamente, ayer Iglesias abordó esa posibilidad como una «idiotez» durante una entrevista en TVE. La disyuntiva es «gobierno monocolor o coalición». No hay más margen de elección para la militancia, lo que vaticina que una vez más la gran mayoría del censo legitimará la propuesta que defiende el secretario general y la cúpula morada. ¿Cómo deben votar las diputadas y diputados de Podemos en las sesiones de investidura de la XIII legislatura? Opción 1: Para hacer presidente a Pedro Sánchez es necesario llegar a un acuerdo integral de gobierno de coalición (acuerdo programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos. Opción 2: Para hacer presidente a Pedro Sánchez (ya sea mediante el voto a favor o la abstención), basta con la propuesta del PSOE: un gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático. Ayer, la coordinadora general de Podemos Andalucía y líder de la corriente anticapitalista, Teresa Rodríguez, condenó la consulta y aseguró que no iba participar. «La pregunta tal y como está planteada es abiertamente tendenciosa, olvida otras opciones posibles y es, lamentablemente, un verdadero insulto a la inteligencia que denota falta de confianza en los argumentos que se tienen para defender un pacto a toda costa», sentenció en Twitter. Desde Podemos, al menos para julio, advierten que la decisión está tomada si Sánchez sigue enrocado: «Ya hemos cedido suficiente». Iglesias hará tangible el «no» a Sánchez en la primera votación del día 23 si no hay coalición y no contemplan entenderse en el impás hasta la segunda votación del 25. A pesar de que el PSOE advierte de que «no habrá segundas oportunidades», Iglesias no se cree el órdago de un adelanto electoral y aguanta el pulso con la mirada puesta en un segundo intento en septiembre. Pero, eso sí, juegan con fuego. Si el PSOE plantea comicios se repetirá el escenario de 2016, cuando el 88 por ciento de las bases moradas rechazó un gobierno entre PSOE y Ciudadanos, y abocaron a una repetición electoral donde perdieron más de un millón de votos. Isabel Celaá, ministra portavoz del Gobierno en funciones - EFE Celaá pide dejar los «egos» e intenta atraer a Podemos a la negociación El último movimiento del PSOE fue plantear a Podemos «volver al punto de partida» para valorar desde ahí «todos los escenarios posibles». Con premeditados rodeos, la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, evitó ayer responder si el Gobierno sigue rechazando miembros de la cúpula de Podemos en el Consejo de Ministros. Sánchez busca ahora atraer a la formación morada para que vuelva a sentarse a negociar. «Primero el programa y después veremos la composición del gobierno», ofreció Celaá, que explicó que el presidente del Gobierno en funciones «seguirá intentando» avanzar en la negociación para una «cooperación» con Podemos, a pesar de que la última llamada «no dio los frutos deseados». Durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra portavoz pidió al líder del partido morado acabar con la «desconfianza» y los «egos» para desbloquear y «formar gobierno en julio». Podemos declina su fórmula.
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