La mujer que amaba la playa

Ni eran observadores, ni eran expertos ni tenían experiencia. En realidad, no sabían si en aquellos días se iba a celebrar una consulta en Cataluña. Eso es lo que declaró ayer Helena Catt, coordinadora de la misión internacional contratada por Diplocat, que admitió que ignora quién la nombró jefa del grupo, no recuerda con quién se entrevistó y precisa que su función era recibir los informes que le enviaba el equipo que operaba sobre el terreno. Sí reconoció, en cambio, que cobró 8.700 euros por un mes de trabajo. En total, Diplocat pagó 206.000 euros a las 13 personas que viajaron a Barcelona para observar el desarrollo de la consulta. ¿Eran prestigiosos mediadores que tenían experiencia en conflictos internacionales, académicos de... Ver Más

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