La Coruña muestra el trazo más esencial de Rembrandt y Rubens

Cuando hace ya más de 300 años salía a pasear por los campos cercanos a su estudio en Amsterdam, Rembrandt acostumbraba a llevar con él pluma y tinta. Dibujaba para sí mismo por puro placer. Uno de estas composiciones, «Vista hacia el sur del Amsteldijk» forma parte de la extensa colección de dibujos de los maestros holandeses y flamencos que atesora el londinense Victoria and Albert Museum. Una selección de 90 obras, que incluye también dibujos de Rubens, Van Dyck o Brueghel el Viejo, ha viajado a La Coruña y podrá contemplarse en la Fundación Barrié hasta el próximo 23 de junio. La exposición «Trazos maestros, dibujos holandeses y flamencos del Victoria and Albert Museum» recorre cuatro siglos de la pintura de los Países Bajos, del XVI al XIX. Lo hace a través de su esencia, el dibujo. Estudios de figuras humanas, con los que Rubens ensayaba poses, perspectivas o expresiones antes de realizar composiciones mayores o el primer boceto del «Cristo Coronado con Espinas» de Van Dyck, que actualmente conserva el Museo del Prado, comparten espacio con obras de artistas menos conocidos como las de Anton Mauve, pintor holandés con el que durante los primeros años trabajaría Van Gogh, primo de su mujer. Hasta hace poco, la mayor parte de estos dibujos estaban reservados a académicos y eruditos. Pero según explicó ayer la comisaria de la muestra, Louise Cooling, en el año 2014 se publicó un catálogo que permitió descubrirlas. Tras su presentación en Londres y su paso por Estados Unidos, la exposición de la Fundación Barrié es la primera que se realiza en Europa. Una vez que se clausure, los dibujos volverán a los almacenes del Victoria and Albert Museum y allí permanecerán durante dos años para no poner en peligro su conservación. La exposición comienza con dibujos holandeses del siglo XVI que «ya marcan temáticas que florecerán en la Edad de Oro», explicó Cooling. Por ejemplo, puede verse una obra de Hans Bol de temática paisajística, pionera en esa época, junto a ilustraciones de carácter religioso más propias del momento. Prosigue con una selección de obras de la época más floreciente de los maestros holandeses y flamencos, el siglo XVII, cuando el norte logra independizarse del imperio español y se inicia un periodo de prosperidad. En esta época, explicó la comisaria «se inician diferentes prácticas artísticas novedosas» con el auge de los paisajes, nuevos tipos de retratos y arte religioso con temas protestantes. Para terminar, la muestra ofrece una selección de dibujos de pintores de los siglos XVII y XIX, a menudo más desconocidos, que Cooling invitó a descubrir.

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