Cuando Felix Brych señaló el final del partido en el Santiago Bernabéu, certificando la sorprendente eliminación del tres veces campeón de Europa, buena parte de los aficionados blancos dirigieron su mirada hacia su capitán, Sergio Ramos, que decidió forzar la tarjeta amarilla en el partido de ida para pasar limpio a los cuartos de final. Una decisión que al final ha sido desastrosa, pues sin el andaluz en el terreno de juego el conjunto blanco fue un coladero en defensa -como esperaba Erik ten Hag antes del partido-, y además se perderá también el primer partido de competición europea del próximo curso por el castigo de la UEFA después que confesara que había forzado la cartulina. Los datos sobre Sergio Ramos y sus ausencias en el once son demoledores y hacen dudar de la idoneidad de la decisión que tomó en el choque de ida en Amsterdam el central con permiso de su entrenador, Santiago Solari. Los últimos cuatro choques en los que Ramos faltó sobre el terreno de juego acabaron con derrota blanca, y tres de ellos con goleadas de los equipos rivales en el Santiago Bernabéu: contra la Juventus (1-3), en Moscú ante el CSKA (1-0), contra los rusos también en Madrid (0-3) y ayer contra el Ajax (1-4).De Deportes https://ift.tt/2TgFwaO
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