
No cabía otra opción que la victoria, y no falló. El Paris Saint-Germain tenía la ardua tarea de jugar en un campo que no veía caer a su equipo desde octubre de 2017. No se acongojaron las múltiples figuras que alineó Tuchel ante el estremecedor estadio del Estrella Roja. Sin demasiados sobresaltos, el combinado parisino salió a dominar el partido desde el inicio. Asegurando los pases y guardando siempre la espalda en defensa para evitar sustos de un combativo combinado serbio. Era una noche que los seguidores parisinos necesitaban más que nunca a sus grandes estrellas, entre las que se erigió Mbappé, que se mostró especialmente participativo y se movió por toda la zona de ataque, arrastrando a los férreos defensas belgradenses. Fue así como se fraguó el primer tanto del encuentro. En una gran jugada individual del ariete de 19 años por la banda izquierda, fue desbordando rivales hasta servirle un pase de la muerte a Cavani, totalmente solo dentro del área y que tan solo tuvo que empujar el cuero. El club galo se adelantaba, pero debido a experiencias anteriores en el torneo, la tranquilidad no era total. Los franceses controlaron el encuentro. La dura zaga del Estrella Roja no daba pie a lucidas combinaciones y solo una genialidad podía dar la guinda al partido, y en eso Neymar es especialista. En su clásica jugada por el costado izquierdo, el brasileño fue sorteando rivales hasta plantarse dentro del área y batir al guardameta Borjan. 2-0 en el marcador y con el pase a octavos en el bolsillo al descanso. El sosiego francés se derrumbó en la reanudación. El Estrella Roja acortó distancias en el minuto 56, y dispuso de numeros ocasiones para meter en aprietos a sus contrincantes. Fue un gol a balón parado el que calmó el empuje de los serbios. Di María colgó un cuero desde el costado derecho que se encargó de rematar en el minuto 74 Marquinhos, que jugó de centrocampista. Quedaba aún tiempo para ver un tanto del mejor jugador del encuentro. Mbappé culminó una gran noche con una diana en el tiempo añadido, que daba por cerrada una goleada de un choque que por momentos pareció complicarse para los eternos aspirantes al título y que era vital para la continuidad del ambicioso proyecto de Al-Khelaifi. Tras la noche de ayer, la serenidad reina en el jeque y en la afición de la ciudad de las luces.
De Deportes https://ift.tt/2C5HNvc
0 comentarios:
Publicar un comentario