Pensará el Sevilla que es injusto , que el fútbol no le dio en Barcelona el premio que merecía. Y puede que tenga hasta razón. Sin embargo, en este deporte sólo valen los goles y Marko Dmitrovic hizo su noche particular del año para amargar a los atacantes del Sevilla en el primer tiempo y ver cómo sus compañeros aprovechaban las dos llegadas del Espanyol en el segundo tiempo, con un Sevilla que no le perdió la cara al encuentro pese a las lesiones y los golpes recibidos. Una nueva derrota, y ya van siete en Liga en 13 jornadas , para quedarse en tierra de nadie y acudir al derbi sin Vargas ni Januzaj, además de esa sensación de... Ver Más
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