Está claro que la familia Bosé no está pasando por su mejor momento. A la polémica separación de Miguel Bosé con Nacho Palau después de casi tres décadas -con los problemas que ahora surgen por la paternidad de los cuatro pequeños- se añade la acusación de Lucía Bosé de apropiarse y vender un dibujo de Picasso por 198.607 euros, que pertenecía a Remedios T. M., empleada fallecida de los Bosé. Parece que el cierre del año está siendo de lo más difícil para el clan, que a pesar de intentar llevar una vida apartada de las cámaras, no deja de ocupar titulares en la prensa del corazón. A todos estos disgustos se le suma uno más, una posible preocupación por el estado de salud de la matriarca tras ser «pillada» en el Aeropuerto de Madrid sentada en silla de ruedas. A pesar de los muchos intentos de esquivar las cámaras, con carrera de su ayudante por los pasillos empujando la silla, Lucía Bosé no ha conseguido esquivar a los reporteros que se sorprendían al verla en ese estado. Con su característico cabello azul oculto bajo un gorro negro, la matriarca aparecía muy desmejorada y cansada de las horas de vuelo. Lucía Bosé regresaba de Venecia, donde había asistido a la inauguración de una exposición de arte y junto a su gran amiga Antonia Dell'Atte, intentaba quitar hierro al asunto de que fuese en silla de ruedas: «Estoy divinamente», aseguraba mientras se colocaba la bufanda para evitar el frío del aire acondicionado.De Estilo https://ift.tt/2rlj3c5
0 comentarios:
Publicar un comentario