
El verano es una época mágica, llena de reencuentros y de eventos familiar, situación poco común en el entorno de los Thyssen. Sin embargo, este año, se ha producido tan anhelado encuentro. Los hijos de Tita Cervera -Borja y las pequeñas, Carmen y Sabina-, se encuentran junto al resto de la familia pasando unos días en Ibiza. Entre las actividades que han llevado a cabo, la familia ha decidido pasar una jornada por alta mar. Lejos de parecer una reunión distante, no han faltado los gestos de cariño. Precisamente, en uno de los momentos, se ve a Blanca Cuesta dar un abrazo a su cuñada Sabina. Blanca le da un abrazo a Sabina - GTRES Con este gesto, se confirma que la relación entre ellos se torna de nuevo y ya se han comenzado a limar las asperezas que sentía el hijo mayor de la baronesa a sus hermanas pequeñas. Se desconoce si hay algún interés que haya motivado este «re-meeting», pero, lo que sí hay, es una fecha simbólica. Las niñas cumplieron 12 años el pasado 8 de julio. Para ellas estará siendo un lujo pasar unas vacaciones en las islas pitiusas y, por primera vez, con su hermano mayor y sus sobrinos, que, por edad, la relación que forjarán será de amistad. Prueba de ello, las risas y los juegos que han compartido en el yate. La familia Thyssen en alta mar en Ibiza - GTRES Borja y Blanca junto a sus hijos Sacha, Erik, Enzo y Kala - GTRES Entre las múltiples muestras de cariño a bordo no han podido faltar las que se han profesado dentro de la familia Thyssen Cuesta. El matrimonio ha estado jugando con sus hijos Sacha, Erik, Enzo y Kala y el flotador de moda entre los famosos. El círculo familiar lo ha cerrado Manolo Segura, quién también ha estado presente en este reencuentro. Según apuntan, el padre biológico de Borja es el que habría mediado entre su hijo y Tita Cervera para dejar atrás las rencillas y conseguir ser una familia desde hace ya cuatro años. Carmen Cervera y Manolo Segura - GTRES
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