sábado, 27 de julio de 2019

El Real Madrid vuelve tocado de la gira

La cúpula del Real Madrid está molesta con el funcionamiento del equipo y con la falta de soluciones de Zidane, que no realiza un cambio en el seno del equipo que se antoja imprescindible. Es pretemporada, queda un mes para el estreno de la Liga y no se puede enjuiciar el nivel de un equipo por los resultados del mes de julio, pero el Real Madrid no ofrece sensaciones óptimas en este inicio del curso. Un derbi nunca es un partido amistoso. Todos lo sabían desde que se programó este partido entre el Real Madrid y el Atlético en Estados Unidos. Sergio Ramos reconoció que hay muchas formas de perder y no se puede perder como sucedió en Nueva York. Zidane lo definió de otra manera: el Real Madrid jugó un amistoso y el Atlético disputó un derbi. Estamos en pretemporada y no podemos hacer un juicio de valor de lo que sucederá dentro de diez meses, en mayo, pero lo que hemos visto hasta ahora delata que el cambio anunciado por Zidane en la primavera, cuando sustituyó a Solari, no se ha producido. Han variado muy pocas cosas en el conjunto blanco. Vinieron caras nuevas, se marchó un buen ramillete de futbolistas y el equipo que salta al campo parece el mismo de siempre. El madridismo espera el fichaje de Mbappé como el marco de una nueva era, pero mientras el francés llega, quizá dentro de un año, también hay fútbol, y el equipo de Zidane no da muestras de vivir un salto adelante. Hay cinco puntos que argumentan un estancamiento que exige variaciones en la plantilla y en las decisiones del entrenador marsellés. Sin proyecto definido: el equipo no está hecho Zinedine Zidane volvió al Real Madrid el 11 de marzo para intentar levantar a un equipo tocado, recuperar a jugadores como Marcelo, Isco y Nacho, comenzar la restauración de una plantilla que necesitaba refuerzos y alcanzar la normalidad. No la ha alcanzado. Cuatro meses y medio más tarde, el proyecto aún no está definido. El dilema de tener que negociar una docena de bajas lastra el trabajo de campo, pues el técnico tiene en el césped futbolistas que no continuarán y espera la llegada de un Pogba, un objetivo muy complicado. Ceballos y Vallejo se acaban de marchar cedidos, Bale negocia su adiós camino de China. James, Mayoral y Lunin todavía no saben su futuro. En estas condiciones, Zinedine no sabe qué plantel tendrá cuando la Liga nazca el 17 de agosto. La adquisición de Pogba variaría sustancialmente su concepto del centro del campo. Si viene el francés, Modric, Kroos y Casemiro rotarán su titularidad, presionados también por la potencia de Valverde. A esas alturas de la pretemporada, el equipo en general no está definido y la delantera es toda una incógnita. Hazard es el único fichaje que tiene la titularidad asegurada. El preparador analiza si jugar un 4-4-2 con dos puntas, Benzema y Jovic, o pasar al 4-2-3-1 para dar sitio a Vinicius por la banda derecha. No hay un once titular claro. Ni una plantilla rematada. No se sabe quién estará y quien no. ¿Dónde está la revolución?: Zidane no cambia El Real Madrid ha contratado a Rodrygo, Mendy, Militao, Hazard y Jovic, pero solo la estrella belga es indiscutible con Zinedine, que ha decidido descartar a jóvenes valores como Ceballos, Reguilón y Vallejo con cesiones por un año, además de pedir la baja de Bale por encima de todas las cosas. El resultado es que la revolución de jugadores no existe. La afición observa el mismo equipo de los últimos tiempos, con la única novedad de Hazard. La defensa y el centro del campo tienen hoy los mismos nombres del año pasado, desde Nacho a Kroos pasando por Marcelo y Modric. Nada nuevo. La imagen es que nada ha pasado durante estos meses, que nada ha cambiado. Se augura que Jovic compartirá muchas veces la delantera con Benzema y se asegura que Mendy rotará con Marcelo, pero lo que vislumbra el seguidor es que la alineación, el juego y los errores son similares a los de antes, porque los cometen los mismos. La defensa, que comienza desde los puntas, mantiene sus viejos fallos y el equipo enseña sus antiguos vicios. Cuatro meses perdidos: no se hizo la transición El entrenador de las tres Champions regresó en marzo para comenzar a trabajar en la renovación del Real Madrid y los malos resultados de los futbolistas que compartieron con él aquellos éxitos le obligaron a centrarse en la Liga mientras solicitaba los fichajes. Acabado aquel sufrimiento el 19 de mayo, la dedicación al problema de conceder doce bajas y la ausencia de hombres como Militao y Valverde, que tendrán sitio con Zidane, le han impedido trabajar con los futbolistas que desea. Muchos profesionales han apurado hasta hoy para marcharse y algunas adquisiciones, traspasos y cesiones tampoco están resueltas. El equipo vive, al filo de agosto, en pleno «stand by» de formación del plantel. No se adelantó mucho desde marzo. Una plantilla sin hambre: el técnico, responsable El enfado de Zidane en Nueva York recordaba a los que sufrió frente al Betis en el Bernabéu y a la Real Sociedad en Anoeta, donde dio un portazo, harto de la falta de nervio de sus pupilos. Esa ausencia del deseo de ganar, esa falta de ambición, esa barriga llena de títulos que ya no les permite concentrarse por nada más importante que la Champions, quedó desgraciadamente patente ante el máximo rival, el Atlético, que sí demostró que tiene al Real Madrid entre ceja y ceja. Es responsabilidad del técnico que exista ese hambre. Hazard y Jovic fueron las únicas novedades del once blanco. El francés alineó a su vieja guardia, la que soporta ese aburguesamiento mental desde hace un año. El hambre hay que alimentarla. O sustituir las bocas. Falta de autocrítica: Zidane no puede justificarse La cúpula del Real Madrid está molesta y preocupada por la imagen de muchos futbolistas. Queda un mes hasta la Liga, sí, pero no se puede perder así, como adujo Ramos, que cogió el toro por los cuernos. Zidane manifestó que sus hombres jugaron un amistoso y el Atlético un derbi. Cierto. Pero es cuestión del entrenador evitar que eso suceda. Falta autocrítica. Si los futbolistas no rinden, y ya ha sucedido demasiadas veces, hay que realizar el cambio que anunció. No valen más paños calientes. En el seno interno del club queda que Zinedine habló claro con sus jugadores. Y que hará el cambio, si ellos no cambian, antes del estreno de la Liga. Aviso a navegantes.

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